Joaquín “Chapo” Guzmán, líder del cartel de Sinaloa, escapó del penal de máxima seguridad del Altiplano a través de un túnel de 1.500 metros de longitud que llegó a tener hasta 19 metros de profundidad Lo hizo montado en una moto que estaba conectada a unos rieles, los mismos que -probablemente- sirvieron para trasladar la tierra de la excavación subterránea.
El túnel, de 1.5 km. de extensión, cuenta con tuberías de PVC para oxigenación y con iluminación.
El senador Alejandro Encinas, integrante de la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, aseguró al diario La Prensa de su país que el piso de la celda del Chapo no cumplía con las especificaciones de espesor requeridas por un penal de máxima seguridad. Luego de realizar un recorrido por las instalaciones, el legislador federal calculó que el grosor del suelo es de apenas 10 ó 12 centímetros.
“En México no hay normas de construcción para penales, pero en el DF las especificaciones eran muy estrictas, por lo menos eran de entre 40 y 80 centímetros de espesor, y con profundidades de entre 8, 10, 12 metros hacia abajo", explicó.
El diario Reforma de México publicó una infografía con el paso a paso de la cinematográfica fuga.
Los investigadores detallaron que la construcción tenía caños de PVC para permitir la ventilación e iluminación y que no fue sólo una moto la que circuló por el túnel, si no que fueron por lo menos dos.
Por los rieles montados para extraer la tierra circularon al menos dos motocicletas.
Especialistas consultados por BigBang calculan en al menos US$ 1.000 por metro el costo del pasadizo por el que escapó el capo. Para la obra tuvieron que remover, según cálculos de ingenieros civiles, 3.250 toneladas de tierra. Una cantidad suficiente para llenar 350 camiones medios. Todo ello lo hicieron a la vista de la cárcel ya que desde sus torres de vigilancia se ve la caseta donde sacaban la tierra, y a 1.700 metros del Octavo Regimiento de Infantería de la 22 Zona Militar.