13 Abril de 2017 11:35
Estados Unidos hizo explotar en las últimas horas la bomba no nuclear más poderosa del mundo para intentar darle un durísimo golpe a integrantes del Estado Islámico de Siria e Irak (ISIS) escondidos en un sistema de túneles de la República Islámica de Afganistán.
El ataque de EE.UU. fue anunciado en una conferencia de prensa.
El artefacto en cuestión se denomina técnicamente GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast Bomb (MOAB), pero se conoce popularmente como la "la madre de todas las bombas".
Ésta es la "madre de todas las bombas" arrojada por Estados Unidos.
Así, la primera superpotencia utilizó el arma más destructivo existente luego de las bombas nucleares arrojadas sobre población civil en las ciudades japones de Hiroshima y Nagasaki durante las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. De todas maneras, en este caso se aseguró minimizar el riesgo para los ciudadanos.
El vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, confirmó que la decisión de utilizar la MOAB fue aprobada por el presidente de la Unión, Donald Trump, en su ofensiva contra el terrorismo internacional. Por eso, un avión estadounidense que sobrevoló esta tarde el espacio aéreo de Afganistán soltó la bomba en la provincia de Nangarhar.
El comandante de las fuerzas estadounidenses en territorio afgano, General John Nicholson, explicó que la bomba cumplió con el objetivo de "impactar en un complejo de cavernas" donde integrantes del ISIS se escondieron en su repliegue. La MOAB, al tocar el suelo, explotó provocando daños a cinco kilómetros a la redonda.