25 Marzo de 2016 15:23
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El papa Francisco presidió en el Vaticano las celebraciones centrales de Semana Santa, mediante las cuales se conmemora la pasión y muerte de Jesucristo.
El supremo pontífice celebró hoy “la Pasión de Cristo” postrado en el suelo de la basílica de San Pedro, donde oró en silencio ante el altar, y luego escuchó la predicación del fraile Raniero Cantalamessa sobre "la misericordia, opuesta a la venganza".
El Papa comenzó la ceremonia con el ritual de tumbarse frente al altar.
Luego de la ceremonia, el Papa se trasladó al Coliseo romano para presidir el Vía Crucis, en donde se meditó en las catorce estaciones sobre la situación de los refugiados y las personas perseguidas por su fe, el trabajo infantil esclavo y las familias en dificultades.
Los detalles de la celebración
Bergoglio se prepara para la ceremonia.
Del acto, de marcada solemnidad, participaron cientos de personas, entre ellas el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión, y estará presidida por una cruz cubierta con una tela roja situada en el altar mayor del templo.
La ceremonia de la Pasión es seguida por el tradicional Via Crucis en el Coliseo de Roma, un acto que comenzó a las 21.15 locales.
La misa crismal en la basílica de San Pedro del Vaticano
Durante el 24 de marzo, al oficiar la misa cristal en la basílica de San Pedro, el Papa pidió a los sacerdotes ser "ministros de misericordia y consolación" para descartados, pobres y oprimidos.
"Como sacerdotes, nos identificamos con ese pueblo descartado, al que el Señor salva, y recordamos que hay multitudes incontables de personas pobres, ignorantes, prisioneras, que se encuentran en esa situación porque otros los oprimen", sostuvo.
El Sumo Pontífice cumplió este Jueves Santo con el ritual que Jesús practicó en sus apóstoles.
El Papa visitó este Jueves Santo el centro de acogida a refugiados de “Castelnuevo di Porto”, en las afueras de Roma, donde realizó el lavatorio de pies a musulmanes, ortodoxos, hindúes y católicos que llegaron a Europa para escapar de la guerra y la persecución de grupos terroristas.
"Todos nosotros juntos, musulmanes, hindúes, católicos, coptos, evangélicos, todos hermanos, hijos del mismo Dios, que queremos vivir en paz, integrados. Un gesto", subrayó en la homilía.
El Papa aseguró que este gesto es contrario al "gesto de guerra y destrucción" que perpetró "gente que no quiere vivir en paz" hace tres días en Bruselas, Bélgica, y comparó a los traficantes de armas con los promotores de Judas, que según el relato evangélico traicionó a Jesucristo por treinta monedas.
El Papa realizó el lavatorio de pies a musulmanes, ortodoxos, hindúes y católicos.
Entre los refugiados, a quienes el Papa lavó los pies, había tres hombres musulmanes procedentes de Mali, Siria y Pakistán, cuatro hombres católicos de Nigeria, tres mujeres cristianas coptas de Eritrea y un hombre de fe hindú llegado de la India.
El cardenal Mario Poli encabezó los rituales en Buenos Aires
Los fieles visitan la catedral metropolitana en el marco de viernes Santo.
El cardenal Poli presidió la misa crismal en la parroquia San José de Flores, donde Jorge Bergoglio sintió su despertar vocacional a los 17 años tras acercarse al confesionario a pedir perdón por sus pecados.
El purpurado exhortó a los sacerdotes porteños a estar al servicio de "la unidad de nuestro pueblo", tras recordarles que la Iglesia está llamada a reunir a "todos y no sólo a una parte".
El cardenal Poli presidió la misa crismal en la parroquia San José de Flores.
El cardenal Poli enumeró "momentos de gracias" que se vivirán este año, como la celebración del Bicentenario de la Independencia, pero advirtió sobre "un contexto de división y antagonismo, vivido con la pasión propia de los argentinos, con los conocidos extremos de violencia y enfrentamientos, de acusaciones mutuas, a los que nuestras comunidades no son ajenas".
Asimismo, invitó a los sacerdotes a tomar el ejemplo de santidad del Cura Brochero, quien hizo propias las necesidades de los sectores más pobres y excluidos de las sierras cordobesas y será canonizado el 16 de octubre en una ceremonia que presidirá el Papa en la Plaza San Pedro.
El cardenal Poli recordó al cura Brochero y pidió que se siga con su ejemplo.
El cardenal Poli acudió luego al hospital Ricardo Gutiérrez, donde presidió la misa de la Cena del Señor y repitió el gesto servicial de Jesucristo al lavar los pies de niños que sufren enfermedades terminales.