El arribo de Francisco a Nueva York tuvo la emoción y las expectativas esperadas. Miles de personas con banderas y muñecos se acercaron al John F. Kennedy Airport para darle la bienvenida y saludarlo.
Francisco, muy custodiado, repartió bendiciones apenas descendió del avión. Además recibió en manos de un fiel un muñeco que lo personificaba.
Recibió el afecto de la gente.
En un momento hizo la señala de la cruz, dirigiéndose directamente a la cámara para luego acariciar la cabeza de una joven que lo miraba extasiada.
Este es el segundo paso de su histórica gira por los Estados Unidos. En la Gran Manzana, el Papa ofició una misa en la histórica Catedral de San Patricio.