08 Julio de 2016 07:57
Una manifestación convocada anoche en la ciudad estadounidense de Dallas para repudiar la violencia racial de la policía y los recientes asesinatos de personas afroamericanas en Louisiana (Alton Sterling) y Minnesotta (Philando Cantile), a manos de policías blancos, concluyó abruptamente cuando al menos dos francotiradores apostados en edificios cercanos comenzaron a disparar contra la policía. Cinco agentes murieron y por lo menos otros siete resultaron heridos.
Los hechos se produjeron esta madrugada. El jefe de policía de Dallas, Michael Brown, informó que el principal sospechoso del atentado -cuyo nombre no trascendió- fue asesinado mediante el uso de un robot explosivo que se metió en el estacionamiento desde el cual disparaba. Conmovido, Brown dijo: "esto tiene que terminar, esta división entre la policía y nuestros ciudadanos".
La policía local arrestó, además, a otras seis personas. Por el momento, ninguna organización se atribuyó los atentados. "Aún no conocemos todos los detalles. Lo que sí sabemos es que este ha sido un ataque despiadado, calculado y despreciable contra agentes de seguridad", dijo el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en una declaración a la prensa, luego de reunirse en la ciudad polaca de Varsovia con los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y la Comisión Europea, Jean-Claude Juncke
La protesta ya estaba llegando a su fin, sin ningún inconveniente, cuando comenzaron los disparos. Manifestaciones similares habían transcurrido sin ningún inconveniente en varias ciudades de país, como Washington DC, Nueva York y Boston.