29 Julio de 2019 14:21
Unas 52 personas murieron este lunes a causa de un feroz motín en una cárcel de Altamira, en el Estado de Pará, al norte de Brasil. Entre las víctimas fatales, 16 de ellas fueron decapitadas durante la rebelión y el enfrentamiento entre las bandas criminales que duró poco más de cinco horas.
La masacre ocurrió en el Centro de Recuperación Regional de Altamira, durante la cual dos agentes penitenciarios fueron tomados como rehénes y luego liberados. "La mayoría falleció por asfixia", informó la Superintendencia del Sistema Penitenciario del estado de Pará.
El motín arrancó esta mañana, cerca de las 7, y recién pudo ser controlado al mediodía. La superintendencia del sistema penitenciario estatal informó que todo se originó a raíz de una brutal pelea entre facciones que comenzó cuando una de estas organizaciones, encarcelados en un ala de la prisión, entraron en otro sector donde están encerrados reclusos de otro grupo.
De acuerdo con las autoridades, el motín fue motivado por una pelea entre las bandas criminales Comando Classe A (CCA) y el Comando Vermelho (CV, Comando Rojo), que pugnan por reclutar presos a sus filas y controlar el tráfico de drogas y armas.A las 7 de la mañana, los líderes del CCA invadieron un pabellón donde estaban internos de la facción rival. Allí, con facones, fueron decapitados 16 presos, según la reconstrucción que están realizando los investigadores de la policía civil.
Los agresores, además, prendieron fuego y cerraron las puertas del pabellón, lo que provocó el deceso por asfixia de la mayoría de las víctimas. Un grupo de fiscales y policías logró la liberación de dos guardias tomados como rehenes durante la rebelión. Esta no es la primera vez que ocurre este tipo de motines en Brasil. El 27 de mayo 55 presos murieron durante una disputa de facciones criminales en una cárcel de Manaos, capital del estado de Amazonas, vecino al de Pará.