29 Diciembre de 2015 18:57
La fragancia de la flor es una de las principales características de su belleza, además de su color y simpleza. Sin embargo, en esta oportunidad la situación es totalmente distinta.
En el jardín botánico de Mount Lofty, en el sur de Australia, el ejemplar de la "flor cadáver" -una planta de forma fálica de casi dos metros de alto y que desprende un olor parecido a carne putrefacta o pescado podrido- floreció y se convirtió en la nueva sensación turística del lugar.
Los visitantes hicieron fila para ver y oler a la flamante flor.
Se trata de la especie de flor más grande del mundo. Tiene un intenso y mal olor, se demora 10 años en crecer y sólo 48 horas en morir. "Cuando abrí la puerta en la mañana casi me desmayé. El olor era demasiado fuerte", detalló Matt Coulte, coordinador de propagación del Jardín Botánico de Mt Lofty.
"Sus florecimientos son raros porque la planta es muy difícil de cultivar, incluso en condiciones óptimas", explicó el experto y aseguró que “el hecho de que la flor y su hedor característico duren solo 48 horas antes de colapsar es un evento obligatorio para los amantes de las plantas y las almas curiosas”.
Tarda 10 años en crecer y 48 horas en morir.
Miles de turistas, fanáticos y curiosos se acercaron al Jardín Botánico de Mt Lofty, en la ciudad de Adelaida, para contemplar la “Bunga Bangkai” , flor cadáver en indonesio, con nombre científico “Amorphophallus titanum” , falo amorfo titánico.
Su cultivo, así como su brote, es muy difícil de conseguir y en los últimos 30 años solo han florecido unos 80 ejemplares.
Tiene un aroma a pescado podrido o cuerpo putrefacto.
La planta, que surgió de una semilla donada en 2006, creció un promedio de unos 20 centímetros diarios en las últimas semanas. Es originaria de las selvas tropicales de Sumatra, en Indonesia, y está en peligro debido a la deforestación de los bosques en donde crece.
Es identificable por su enorme espina amarilla y su olor nauseabundo, que sirve para atraer insectos polinizadores como las moscas que buscan cadáveres para depositar sus huevos.