El primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo hoy que el programa acordado con la Unión Europea es “un ajuste recesivo”, pero consideró un logro haber obtenido "la reestructuración de la deuda y un proceso de refinanciación a mediano plazo". Con la firma del acuerdo dejó fuera de juego a los dirigentes del Gobierno argentino que habían celebrado la victoria del no en el referéndum de rechazo a un programa de ajuste.
Tsipras admitió que la recesión recaerá sobre su país, que ya soporta una caída del 25% de su PBI y una tasa de desempleo del 25% (50% de desempleo juvenil) y reconoció que no será fácil conseguir el apoyo parlamentario para poner en práctica el acuerdo.
La presidenta Cristina Kirchner había celebrado la “rotunda Victoria de la Democracia y la Dignidad” en Grecia y lo calificó como un “no” a “las imposibles y humillantes condiciones que se le pretenden imponer para la reestructuración de su deuda externa”.
También el ministro de Economía, Axel Kicillof, había celebrado la victoria del no. Al día siguiente de la consulta, dijo que "Grecia es un país al que le querían aplicar la misma receta que a la Argentina, el pueblo griego viene soportando nueve planes de ajuste. El torniquete que le pusieron a Grecia y van ajustando cada vez más, es muy similar a la época del menemismo y De La Rúa, que de hecho desencadenó un corralito".
Kicillof dijo que en Grecia "hubo una expresión democrática de un pueblo que dice 'a mi no me gobierna el Fondo Monetario', y trazó el paralelismo con los ajustes realizados en Argentina durante los '90 para pagarle a los acreedores.
Pero Grecia acordó con la Eurozona un total entre 82.000 y 86.000 millones de euros para los próximos tres años, informó hoy la canciller alemana, Angela Merkel. Sólo para recapitalizar los bancos griegos harán falta unos 25.000 millones de euros.
Grecia deberá establecer además un fondo de privatizaciones de 50.000 millones de euros. Los ingresos del fondo se usarán para reducir las deudas de Grecia y para reembolsar gastos de recapitalización para los bancos. Solo 12.500 millones se destinarán a inversiones directas en Grecia.
En declaraciones al fin de la cumbre de la eurozona, que duró 17 horas, Tsipras reconoció que "las medidas inevitablemente generarán tendencias recesionistas", pero que "el paquete de crecimiento, la restructuración de la deuda y la financiación asegurada para los próximos tres años significan que el 'Grexit' ya es pasado".
Al detallar esos planes, el premier griego señaló la transferencia al extranjero de la propiedad pública, y "la asfixia financiera y el colapso del sistema financiero", que, agregó, habían sido planeados hasta el último detalle y ya estaban en marcha.
El jefe del partido Syriza se dirigió además al resto de Europa cuando resaltó como el máximo logro de los griegos el haber dejado un importante precedente y una merecida "recuperación de la perdida soberanía nacional".