15 Enero de 2017 19:15
Otra vez de la mano del enfrentamiento de dos bandas criminales rivales, un motín carcelario volvió a sacudir a Brasil. Esta vez el escenario fue la Penitenciaria Estatal de Alcaçuz, en Natal, capital del estadio de Río Grande do Norte.
El motín ocurrió de la mano del enfrentamiento entre dos bandas (Foto: TribunaDoNorte.com.br)
Al menos 30 presos fallecieron durante la revuelta, que finalmente fue controlada por las fuerzas de seguridad luego de 14 horas de caos.
"Por lo que vimos, podemos afirmar que al menos diez presos murieron", declaró Zemilton Silva, coordinador de Administración Penitenciaria estatal, quien además declaró que observó "cabezas arrancadas".
Las fuerzas de seguridad controlaron el motín luego de 14 horas. (Foto: TribunaDoNorte.com.br)
Situación límite
El motín se desató por un enfrentamiento entre presos pertenecientes al Comando de la Capital (PCC), la organización criminal más importante de Brasil, y reclusos del Sindicato del Crimen (SDC), banda que busca controlar el tráfico de drogas en la región de Río Grande do Norte.
Los familiares de los presos aguardaban con tensión afuera del penal. (Foto: TribunaDoNorte.com.br)
En menos de un mes, más de 100 personas han muerto en las cárceles brasileñas de la mano de enfrentamientos entre reclusos. A las disputas entre facciones rivales, se le suman las pésimas condiciones de vida entre rejas y el hacinamiento. La penitenciaría de Alcaçuz, de hecho, tiene capacidad para 620 presos pero alberga a más de 1.000.
El presidente brasileño Michel Temer, mientras tanto, acudió a Twitter para señalar que se encontraba acompañando la situación y que le solicitó al ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, que prestara "todo el auxilio necesario" al gobierno del Estado.