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Guerra de marcas entre seguidores y detractores de Trump divide EE.UU.

Pepsi, Netflix, Nike, New Balance, y muchas compañías sufren la presión por haber estado a favor o en contra del magnate y Presidente.

17 Noviembre de 2016 20:29
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Sin importar si opinaron a favor o en contra, en el Estados Unidos de la era Donald Trump nadie se salva de la locura generada en las últimas elecciones presidenciales, y son especialmente las marcas las que están sufriendo más que nadie esta psicosis desenfrenada de seguidores y detractores del magnate presidencial.

Tomemos como ejemplo un caso: Indra Nooyi, CEO de PepsiCo, dijo el día después de la elección que en su compañía “estaban todos de luto”: “Nuestros empleados están todos llorando. Y la pregunta que hacen todos, en especial los que no son blancos, es '¿Estamos a salvo?'. Las mujeres preguntan '¿Estamos a salvo?'. Los gay, '¿Estamos a salvo?'. Nunca pensé que iba a tener que contestar esta pregunta”, afirmó en una entrevista publicada en el New York Time.

Hillary Clinton y Indra Nooyi, CEO de PepsiCo

Las palabras de Nooyi, una opinión sobre la nueva era que arranca en Estados Unidos, hizo que la encargada de producir la gaseosa Pepsi pasó al primer puesto de la lista de marcas a boicotear que los fanáticos de Donald Trump obedecen con espíritu revanchista.

¿Dónde está la lista?

Las empresas, marcas y compañías que osaron hablar en contra del magnate o de sus políticas públicas o de sus comentarios xenófobos están escrachadas es la red social Reddit, donde un usuario llamado “WhiteChristianMan” (Hombre blanco cristiano) armó un canal llamado r/The_Donald, “the unofficial Donald Trump 2016 subreddit” y constantemente actualiza la lista de “marcas enemigas”.

Entre las empresas más conocidas, están:

Las tiendas Macy's: porque retiró de la venta la línea de ropa del millonario

Amazon: porque uno de sus dueños, Jeff Bezos, también es dueño del Washington Post, que investigó la vida privada de Trump

Oreos: porque Trump acusó a la compañía varias veces en campaña que había llevado sus fábricas a México

Netflix; sostiene que el recientemente estrenado documental sobre la guerra en Siria con aseveraciones negativas del blondo.

Inclusive hasta la NFL, la asociación que conglomera el mega yanqui y súper redituable fútbol americano, se vio afectada por este clima tan insólitamente dual -por lo menos en aquellas tierras de norte-  cuando el receptor de los Los Bucaneros de Tampa Bay se sentó durante el himno nacional en protesta a la elección y victoria de Donald. ¿Adivinen que equipo vio afectado sus ingresos en merchandising? Si, si... Los Bucaneros.

Los opositores a Trump, también fanáticos radicales

Para ver los casos paradigmáticos de las marcas que ahora luchan contra los opositores a Trump, los mismos que el jefe de campaña de Hillary Clinton mandó a dormir cuando la victoria del magnate era un hecho consumado, hay que mirar para abajo, más precisamente a la zona de los pies: son las zapatillas las que no saben qué hacer en estos tiempos “trumpeanos”

El caso de Nike

La marca de la pipita comenzó a ser cuestionada directamente durante la campaña y sin que algún CEO, empleado y/o pasante abriera la boca. Lo que el electorado “anti-Trump” le cuestionan que tenga sus oficinas en un edificio que perteneciente a Donald.

Debido a esto, los manifestantes comenzaron a juntar firmas para que la línea de ropa deportiva se mude completamente cuando el contrato llegue a su fin en 2018

El caso New Balance

Puede ser que la situación en la que quedó parada la centenaria marca de zapatillas sea la más bizarra, problemática e insólita. Todo comenzó cuando la fábrica, nacida en Boston hace 110 años y la única que confecciona la totalidad de sus productos en suelo norteamericano, criticó a Barack Obama por no respetar un contrato que había suscripto con el Departamento de Defensa, donde no se respaldó un acuerdo para equipar a las tropas norteamericanas con las zapatillas de New Balance.

Todo se terminó de detonar para New Balance cuando el día después de las elecciones, el vicepresidente de Asuntos Públicos de la compañía, Matt LeBretton, dijo en un comunicado que "las cosas van a avanzar en la dirección correcta".

Consecuencia: miles y miles de “anti-Trump” comenzaron a tirar sus New Balances a la basura, a prenderlas fuego, a abandonarlas en los comedores comunitarios y a destruirlas de las maneras más salvajes y bizarras posibles.

Zapatillas New Balance tiradas a la basura por culpa de Trump

Una frase, una polémica, una discusión por un contrato... situaciones que en otro contexto hubieran pasado desapercibidas, indiferentes para el común de la sociedad. Pero no en una Norteamérica crispada con Trump al mando.

Contrario a lo que muchos puedan pensar, esto no benefició en nada a la marca de zapatillas. Porque si bien New Balance es palabra prohibida para los “anti-T”, los que están a favor del millonario adoptaron la zapatilla, incluidos neonazis y supremacistas blancos adoptaron la marca como propia y simbólica de esos nefastos movimientos.

Fue el neonazi Andrew Anglin quien declaró en su blog que “New Balances es ahora el calzado oficial de la gente blanca”. "Es tiempo de ser New Balance ahora. Su valiente acto los convirtieron en la marca de la Revolución Trump", añadió en su blog al señalar que las zapatillas New Balance son ahora parte del "uniforme" por el cual podrían "identificarse".

Andrew Anglin, el neonazi y supremacista blanco.

Esto obligó a New Balance a emitir un comunicado urgente, antes de que la bola de nieve sea lo demasiado grande e imparable y termine consagrando a la marca como una marca fascista.

New Balance no tolera el fanatismo ni el odio en ninguna de sus formas", arrancó el comunicado donde explicó que entre sus miles de empleados hay de todo tipo de edad, género, orientación sexual, religión y cultura.