23 Junio de 2020 14:23
Ghislaine Maxwell, la viuda del fallecido empresario Jeffrey Epstein fue localizada finalmente en París, Francia. La mujer se encuentra prófuga de la justicia luego de ser acusada de tráfico de menores para fines sexuales.
Según consignaron los diarios The Times y The Sun, la mujer de 58 años alternaba sus estadía en Francia en “casas de amigos” y un antiguo departamento familiar, ubicada en en Avenue Matignon, una calle opulenta cerca de los Campos Elíseos, a apenas 10 minutos de la antigua vivienda que Epstein tenía en la capital francesa.
Maxwell está acusada de ser cómplice de la red tráfico de menores para fines sexuales que armó su difunto esposo, el magnate Jeffrey Epstein.
Maxwell es buscada por el FBI por las acusaciones de que ella proporcionó niñas menores de edad al millonario y a sus poderosos amigos.
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La mujer nació en Francia hace 58 años y es hija de francesa y del ex magnate Robert Maxwell, antiguo dueño de Mirror Group Newspapers.Al poseer ciudadanía de ese país podría evitar su traslado compulsivo a los Estados Unidos por no existir convenio de extradición entre ambas naciones.
“Ella quiere permanecer en Francia todo el tiempo que pueda para aprovechar las leyes de extradición y tiene una gran red de contactos dispuestos a mantenerla oculta. Según la ley francesa, cualquier persona nacida en suelo francés está a salvo de la extradición a otro país, independientemente del presunto delito. No significa que no será procesada por sus vínculos con Epstein, pero si finalmente enfrenta cargos, será en Francia y no en Estados Unidos”, manifestó una fuente al periódico The Sun.
Durante su refugio en París, Maxwell salió de su lujoso escondite en varias ocasiones, cada vez con una bufanda alrededor de su rostro para ocultar su identidad. Pasó por las inmensas galerías de arte de lujo de Avenue Matignon y los restaurantes y cafés de alta gama.
“Raramente salía, pero cuando lo hacía, usaba una gran manta estampada que cubría fuertemente la cara y los hombros. Ella claramente no quería ser reconocida. Pero llevaba su distintivo anillo de oro soberano en su mano izquierda y un anillo más grande y brillante a su derecha”, señaló un testigo al diario británico que descubrió su paradero.
Las víctimas de Epstein describen situaciones similares ya sea en Nueva York, Palm Beach, las Islas Vírgenes o la casa campestre de Les Wexner. Quien las instaba a satisfacer los deseos sexuales de Epstein era Gheslaine. Ella las elegía, las reclutaba, les indicaba qué hacer y muchas veces participaba del abuso.
También era Maxwell la que las entregaba a los poderosos e influyentes por orden del financista. Aquellas que se quejaban o querían alejarse del mundo Epstein o que se animaban a denunciar los abusos y violaciones, debían soportar la furia y amenazas de Ghislaine. Las perseguía, las acosaba telefónicamente, les recordaba que ella se iba a encargar de que su vida se convirtiera en un infierno.
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En un interrogatorio con la policía en 2016, con su ex pareja todavía vivo y en libertad, declaró que ella cumplía muchas funciones en la casa de Epstein, que había contratado muchos empleados para que desarrollaran diversas tareas en sus diferentes propiedades.Le preguntaron más específicamente si había contratado masajistas: “Esa era una parte muy escasa de mi trabajo. Contraté, ocasionalmente, masajistas profesionales para Epstein. Nunca contraté a alguien que yo supiera que era menor de edad”, respondió Ghislaine.