17 Junio de 2018 08:50
Por increíble que parezca en el siglo XXI, los principales perjudicados por el Mundial de Rusia 2018 son los perros. Las autoridades de siete de las 11 sedes Mundialistas se abocaron a exterminar a los animales callejeros con el objeto de evitar que fastidien a los turistas que viajaron para ver la Copa. Sólo cuatro de las ciudades anfitrionas -Moscú, San Petersburgo, Nizhny Novgorod y Kaliningrado- se oponen a la matanza de animales callejeros. Las otras siete, en cambio, contratan a "cazadores de perros" -así se los llama en Rusia- para exterminarlos. Estos cazadores cobran por cantidad: cuanto más perros maten, más dinero recibirán. La masacre empezó antes de la Copa y continúa en estos días. En Rusia hay dos millones de perros callejeros y algunos estados prefieren matarlos a encarar campañas de esterilización masiva, refugios y adopción.
La política más usual de exterminio es dispararles dardos envenenados. que los matan lenta y dolorosamente. Otros prefieren atraparlos, inyectarles alguna sustancia letal y cremar los cuerpos. También se les dispara con armas de fuego ."Hemos recibido muchas peticiones de activistas por los derechos de los animales y ciudadanos preocupados, diciendo que se están realizando asesinatos masivos con armas de fuego y eutanasia de animales callejeros en varias ciudades anfitrionas de la Copa Mundial”, reveló Vladimir Burmatov, director del Comité de ecología y medio ambiente de la cámara baja rusa al periódico ruso Parlamentskaya Gazeta. En enero pasado, Burmatov le había escrito una carta al ministro de Deportes ruso, Pavel Kolobkov. Allí advertía: "Estas señales preocupantes deben detenerse, la reputación de nuestro país está en juego. No somos salvajes realizando matanzas masivas de animales en las calles, tirando sus cuerpos ensangrentados en furgonetas y conduciéndolos por la ciudad". Y añadió: "Por el mismo dinero, puede llevar a cabo fácilmente la captura, la vacunación y la esterilización y acomodar a los animales en los centros de detención". Pese a su advertencia, no le hicieron demasiado caso.
Los activistas quieren llamar a la conciencia mediante campañas.
Lo mismo se había hecho en Sochi, para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014. Más allá de la crueldad, lo cierto es que el método ni siquiera sirvió para resolver el problema de la superpoblación canina. "El gobierno no comprende del todo el problema, ni cómo resolverlo, así que simplemente piensan que es más barato matarlos", opinó Sergei Menshikov, un miembro de la organización proteccionista Dog Patrol.
Los dardos les ocasionan horribles convulsiones hasta que mueren.
Dog Patrol, PETA y Humane Society son las tres organizaciones proteccionistas internacionales que trabajan activamente en estos momentos en Rusia para frenar una matanza cuyas imágenes escandalizan al mundo. En Rusia no existe ninguna política de protección animal: apenas una cláusula que permite enjuiciar la tortura a los animales o el acto de matarlos de manera sádica, pero ni siquiera la policía está entrenada y aleccionada para tratar este tipo de casos.
Un perrito callejero sufre la salvajada de los humanos.
Los rusos son fans de sus mascotas: existen razas de moda, como los pugs, y ferias de adopción, así como sitios web y en las redes sociales que promueven la adopción de perros callejeros. Sin embargo, no existe una cultura de vacunación y esterilización de los perros. Y no hay ningún registro ni control de la actividad de los veterinarios. Los animales son considerados más una propiedad que un ser viviente con derechos. Las organizaciones proteccionistas están creando refugios donde vacunar y esterilizar a los animales. Dog Patrol, por ejemplo, creó uno en Rostov, una de las sedes del Mundial, con la aspiración de castrar, esterilizar y vacunar a unos 400 animales por mes. La situación es horrorosa, pero todavía queda gente que da batalla.