Luego de perder contundencia, las protestas del movimiento de los "chalecos amarillos" -que en Francia se manifiesta contra el aumento en el precio del combustible- volvieron a demostrar su fuerza en París.
Las protestas de los "chalecos amarillos" volvieron a cobrar fuerza.
En la avenida de los Campos Elíseos, miles de manifestantes se citaron y pronto aparecieron barricadas en llamas. Negocios, bancos y restaurantes recibieron roturas de vidrieras, y fueron incendiados y saqueados.
Los manifestantes rompieron vidrios y saquearon negocios.
Paralelamente, la Policía fue recibida a adoquinazos por parte de algunos "chalecos amarillos", quienes fueron repelidos con cañones de agua y gases lacrimógenos.
El restaurante Fouquet, uno de los favoritos del ex presidente Sarkozy, incendiado.
"Nos desmovilizamos un poco la semana pasada pero no estamos muertos, Macron" señaló una "chaleco amarillo" en diálogo con la prensa apuntando directamente al presidente francés.
Un bombero intenta apagar un incendio en un local.
Paralelamente, manifestantes de las ciudades de Toulouse, Burdeos y Marsella también se sumaron a las protestas e incluso se rumoreó que hubo apoyo proveniente de Italia, Bélgica, Holanda y Polonia.