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El titular de la Comisión Nacional de Seguridad de México, Monte Alejandro Rubido García brindó una incómoda conferencia de prensa donde explicó cómo fue la humillante fuga del Chapo y se mostraron imágenes de las cámaras de seguridad de su celda, en el momento previo a su “desaparición” pero, inexplicablemente, no se ve con claridad su “ingreso” al túnel. Como si hubiese sido editado, pensaría una mente de tendencias conspirativas.
Estas imágenes dicen más que las palabras, pese a que el funcionario explicó con lujo de detalles los protocolos, códigos de seguridad, planes y demás cuestiones teóricas. Dijo lo que pasó, no cómo. Y enumeró todo los procedimientos que se pusieron en marcha.
Ahora ofrecen US$ 3,8 millones de recompensa. ¿Su nuevo rostro o un truco más?
Mientras, El Chapo, ya con estatura de leyenda, seguramente vio, con una sonrisa y tomando tequila, este intento de descripción muy detallada de su hazaña, que no hace más que generar sospechas y dudas.
Mientras , el presidente de México Enrique Peña Nieto, humillado, calcula qué cabezas deben rodar sin que la sangre lo salpique. Una investigación profunda puede deparar desagradables conclusiones..
Ningún dron sobrevoló la prisión durante más de 400 días. Ningún satélite, ni siquiera Google maps, exploró la zona. Los camiones de tierra qie iban y venían no causaron curiosidad. Muchas preguntas sin respuesta. O con una que sólo se murmura anónimamente.
Un ex lugarteniente del capo narco dijo que la operación, incluyendo sobornos,demandó unos 50 millones de dólares.Nadie lo corroboró ni desmintió.
?La DEA sabía del plan desde hacia más de un año. Nadie lo confirmó. La CIA no dice nada. A veces, el silencio es un grito que se ahoga antes de salir.