Sucedió durante el quinto día de gira por México, en la ciudad de Morelia, donde una multitud se juntó para verlo en el estadio Morelos de Michoacán. Allí, el Papa Francisco volvió a acercarse a los fieles, tratando de dar su bendición a la mayoría de los presentes. Pero de pronto, el fervor desenfrenado de uno provocó algo inaudito en el Sumo Pontífice argentino: su enojo.
El Papa, enojado con un mexicano que casi lo tira al piso.
Un feligrés comenzó de pronto a tironear de su brazo, buscando su bendición. Esto provocó que Francisco perdiera el equilibrio y cayera sobre una persona en silla de ruedas. Mientras el personal de seguridad se desesperaba por recomponer la postura del Papa, el argentino tomó todo en sus manos y retó enérgicamente al responsable de la caída.
“¡No seas egoísta!”, gritó enérgicamente y con cara de pocos amigos. No sólo una vez, sino dos veces. El director de cámaras que cubría en directo el evento notó la tensión de la escena y cambió rápidamente de plano, pero a esa altura el enojo del Sumo Pontífice ya había quedado inmortalizado para la posteridad.
El estadio Morelos de Michoacán, en Morelia, México, donde estuvo el Papa Francisco.
La locutora en el estadio también notó el desborde de la gente, y desde los parlantes del estadio intentó calmar a los presentes: “El Papa Francisco nos quiere saludar pero si nos amontonamos difícilmente podremos hacerlo", advirtió.
¿El avión del Papa estuvo en riesgo?
Según se supo ahora, el piloto del Airbus A330 de Alitalia alertó por radio que un láser verde le apuntó cuando aterrizaba el avión que trasladaba a Papa Francisco en México el pasado 12 de febrero.
“Para su información tenemos un puntero láser apuntándonos”, comentó a la torre de control el piloto del vuelo Alitalia 4000 (AZ4000) que traladó al Sumo Pontífice argentino de La Havana, Cuba, a México. Su alerta se puede escuchar en una grabación difundida por el portal airlive.net
Según informó un cable de la agencia Telam, este no fue un incidente aislado: un avión de la empresa United y otro de KLM, que aterrizaron después de la aeronave del Papa, reportaron lo mismo. Y dos días más tarde, un vuelo de Virgin Atlantic que iba de Londres a Nueva York debió volver al aeropuerto inglés de donde había salido porque el piloto fue apuntado al despegar con un láser.