A Barack Obama y familia les queda poco tiempo como habitantes de la legendaria Casa Blanca. Y es que después del 8 noviembre, cuando se celebran las elecciones presidenciales, deberán mudarse y dar lugar al próximo jefe de Estado: Donald Trump o Hillary Clinton.
Si bien las imágenes exteriores, ámbitos de reuniones y el famoso Salón Oval son archiconocidos, los espacios más íntimos y personales pocas veces se vieron en detalle.
La simpleza y el buen gusto los caracterizan.
La revista Architectural Design logró que la familia presidencial ofreciera un 'tour' exclusivo en su residencia privada en el segundo piso de la Casa Blanca, donde se puede apreciar "un oasis de civilidad, y de gusto refinado en una arena política a menudo carente de ambos", según describe el periodista Mayer Rus.
La Sala Oval Amarilla, área de relax familiar.
El diseñador Michael S. Smith fue el encargado de decorar las habitaciones cuando Obama llegó a la Casa Blanca en 2008, y desde ese entonces, fue el decorador oficial de la residencia presidencial, además de ser el responsable de la transformación del Despacho Oval en 2010.
El Salón de los Tratados.
"Son muy enfocados y definieron sus preferencias desde el principio", dice Smith de los Obama. "Les gusta la elegancia y las cosas simples".
El Antiguo Comedor. Clásico y moderno.
Los cuadros elegidos por los Obama -prestados por Museos Nacionales- fueron elogiados por el criterio del presidente. Obama seleccionó obras de artistas radicales estadounidenses, como Robert Rauschenberg, Jasper Johns, Mark Rothko y Alma Thomas, la primera mujer artista de raza negra en tener una obra en la Casa Blanca.
Galería
El Hall Central, amplio y colorido.
En esta habitación cena la familia. Pronto llegará la última.
El solarium, uno de los ámbitos favoritos de los Obama.
El lugar de mayor intimidad: el dormitorio, sutilmente ecléctico.