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La conmovedora historia de un niño que murió en los brazos de Papá Noel

Eric Schmitt-Matzen, un hombre de 60 años, le cumplió el último deseo a un niño de cinco con una enfermedad terminal.

12 Diciembre de 2016 19:14
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Eric Schmitt-Matzen es un hombre de 60 años, 130 kgs, ojos claros y una imponente barba blanca natural que lo convierten en el Papá Noel ideal. Desde hace muchos años, este hombre de Knoxville trabaja durante esta época caracterizando al hombre del traje rojo, taller de juguetes, trineo, duendes y renos cumpliendo los deseos de los más chicos.

Eric haciendo lo que mejor sabe. 

La única meta de Eric es calmar ese interés, apego, cariño o predilección que genera Papa Noel en todo el mundo, sobre todo en los más pequeños, quienes mantienen su ilusión intacta y se alegran cuando lo ven llegar, cuando todos sus deseos navideños se ven materializados al pie del arbolito . Aquel momento donde las familias se unen como nunca en todo el año.

El hombre nació el 6 de diciembre. Sí, el mismo en el que se celebra el día de San Nicolás, aquel personaje legendario que trae regalos a los niños el día de la fiesta. Fue entrenado para interpretar a Papá Noel. Está casado con Sharon Byrne, una muy digna señora Noel y su teléfono suena al ritmo de "Jingle Bells". Un muy competo personaje navideño.

Eric Schmitt-Matzen junto a su mujer, Sharon Byrne.

Si bien Eric disfruta de su trabajo y hace brotar las sonrisas de los jóvenes con tan solo un par de palabras, en los últimos días aseguró que su labor estuvo pendiendo de un hilo a causa de un niño de 5 años. La historia fue dada a conocer por Sam Venable, un columnista del Knoxville News-Sentinel, quien fue el responsable de haber provocado miles de lágrimas.

Emoción pura

La historia comienza cuando Eric Schmitt-Matzen, el Papá Noel más famoso de Estados Unidos, recibe el llamado de una íntima amiga, quien trabaja como enfermera en un hospital de la Ciudad. El hombre de 60 años estaba cansado tras un largo día laboral, pero la historia del pequeño lo impulsó para llegar al establecimiento en tan solo 15 minutos.

El triste final del pequeño sigue afectando a Eric. 

El niño sufría una enfermedad terminal. Solo le restaban minutos de vida y su único y último deseo fue hablar con Papá Noel. Fue en el hospital cuando conoció a la madre del muchacho y a varios miembros de la familia. A todos ellos los miró y les pidió que si no iban a poder “soportar tal situación”, dejaran la habitación para poder crean un ambiente de felicidad.

Fue entonces cuando agarró el regalo que le había hecho la mamá del niño de 5 años -un juguete de un programa de TV que debía ser entregado exclusivamente por Papa Noel- e ingresó a la sala. Nadie entró con él, todos sucumbieron al llanto y ninguno pudo contener la tristeza. "Cuando entré, él estaba allí, tan débil que parecía que estaba listo para quedarse dormido”, señalo Eric.

Eric no pudo contener las lágrimas al recordar la historia. 

Fue entonces que se sentó en su cama y recibió el primer “cachetazo” por parte del pequeño: "Dicen que voy a morir. ¿Cómo puedo saber cuándo voy y a dónde voy?”. Esta pregunta no desconcertó a Papá Noel, quien rápido le pidió un favor que tranquilizó al, muy débil, niño momentos antes de partir.

"Yo dije, '¿Puedes hacerme un gran favor?' Él dijo, 'Seguro!'. Cuando llegues allí, diles que eres el elfo número uno de Santa Claus, y sé que te dejarán entrar. Dijo: ¿Lo harán? Yo dije, 'Seguro!'”, contó durante la nota Eric Schmitt-Matzen.

Con sus últimas fuerzas, el niño se sentó y abrazo a su máximo ídolo. Fue ahí cuando le hizo la última pregunta: “Santa, ¿puedes ayudarme?”. En ese momento, Eric envolvió en sus brazos al pequeño y fue entonces cuando pasó: “Antes de que pudiera decir algo, murió allí mismo. Le dejé que se quedara, sólo mantenía el abrazo y me aferraba a él”.

El hombre de 60 años, quien también es ingeniero mecánico y presidente de Packing Seals & Engineering en Jacksboro, confesó que abandonó rápidamente el hospital y lloró todo el camino de regreso a casa. “Sé que las enfermeras y los médicos ven cosas así todos los días, pero no sé cómo pueden soportarlo", manifestó.

Y prosiguió: “Mi esposa y yo habíamos programado un viaje para visitar a nuestros nietos en Nashville al día siguiente, pero le dije que fuera sola. Lloré durante tres días. Me tomó una semana o dos dejar de pensar en ello todo el tiempo. En realidad, pensé que podría estallar y nunca ser capaz de desempeñar el papel de nuevo".

Tras algunas semanas, Eric pudo volver a interpretar a Papá Noel. 

Pero, finalmente, algo motivó a Eric a seguir adelante. Cuando se preparó para su último trabajo, vio a todos los niños felices por ver a Papá Noel y su corazón volvió a florecer. “Me hizo darme cuenta del papel que tengo que desempeñar. Para ellos y para mí”, confesó.

Eric Schmitt-Matzen había reconocido en la entrevista que “no estaba preparado” para un momento así, pese a que formó parte del ejército durante cuatro años. Su historia conmovió a miles de personas, las cuales compartieron su publicación y lo alentaron a seguir trayendo felicidad a los más chicos con su caracterización de Papá Noel.