Pasaron sólo siete días desde que el equipo del Chapecoense se embarcó en el que sería su vuelo final. La felicidad por haber alcanzado la primera final internacional del humilde club brasileño quedó trunca, luego de que el avión que los trasladaba para jugar el partido de ida de la Sudamericana ante el Atlético Nacional de Medellín se estrellara a sólo 18 kilómetros de su destino por falta de combustible.
Caio Junior, el estratega que llevó al Chape a su primera final internacional.
Todavía en shock por la devastadora noticia, el ahora presidente del club, Iván Tozzo, tuvo sólo una semana para comenzar con la reactivación del equipo. Primero organizó el masivo funeral para las 51 víctimas fatales de la tragedia, que se llevó no sólo al plantel titular, sino que además dejó acéfala a la comisión directiva y al cuerpo técnico.
Caio y Cadu Gaúcho, las cabezas detrás del futuro deportivo que iba a encarar el equipo.
Ahora, después de los entierros, Tozzo enfrenta el mayor desafío de su gestión: volver a poner en pie al club, pese al clima de desolación que se respira en cada metro del Arena Condá. Y, aunque recibió la propuesta de muchísimas figuras internacionales y locales para sumarse al nuevo equipo, el presidente tiene una sola obsesión: seguir en línea con el camino que había designado el fallecido director técnico, Caio Junior.
“Aceptamos todo lo que nos han ofrecido, pero nosotros tenemos una metodología de trabajo especial. Esta semana vamos a comenzar a rehacer del departamento futbolístico y vamos a ver qué jugadores necesitamos para darle continuidad al trabajo que se venía realizando”, anticipó al ciclo televisivo Bueno, amigos.
Tozzo, antes vicepresidente, debió asumir la conducción del club tras la muerte de su amigo, Sandro Pallaro.
De esta manera, todos los miembros del Chapecoense se volcaron a la búsqueda de papeles, agendas y anotaciones pertenecientes tanto al director, como al comité deportivo, encabezado por Cadu Gaúcho, otra de las víctimas fatales del vuelo.
Sólo seis de las 77 personas que viajaban lograron sobrevivir.
“Tiene que existir una agenda en sus casas o anotaciones que nos permita saber con qué jugadores estuvieron en contacto o a quienes tenían en mente para hablar con ellos. Muchos querían jugar para el Chapecoense. Vamos a ver si podemos empezar a ordenar de a poco las piezas para nuestro club”, remató.
Paulo Paixao, uno de los preparadores físicos más reconocidos del Brasil, podría sumarse al equipo, para reemplazar a su fallecido hijo, Anderson.
¿Quiénes podrían sumarse al equipo? “El nombre de Paulo Paixao como nuevo preparador físico para el 2017 se mencionó en las reuniones”, anticipó. Paixao es el padre de Anderson, el preparador que perdió la vida en Medellín. Aunque actualmente se desempeña en el mismo cargo en el Sport Club do Recife, muchos descuentan que anunciará su renuncia para continuar con el legado de su hijo mayor.