La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, convocó a un debate que despertó polémica: quieren modificar el destino del millón y medio de euros que cientos de miles de turistas arrojan año tras año a la Fontana Di Trevi. Hasta ahora las millones de monedas se retiraban y eran destinadas a Cáritas, pero ahora quieren utilizarlas para proyectos de conservación de monumentos de la capital italiana.
La disputa no es para nada menor y ya despertó un fuerte rechazo de Cáritas, que desde 2001 recibe el dinero hallado en la popular Fontana y lo destina a ayudar a personas sin hogar mediante un refugio y un comedor social, entre otras actividades. De avanzar las modificaciones, el dinero podría ser destinado al mantenimiento de los monumentos históricos de Roma.
La iniciativa de la alcaldesa no cayó para nada bien y en los últimos días varias asociaciones vinculadas a la iglesia acusaron al gobierno de Roma de querer “quitarle el dinero a los pobres”. Lo cierto los cambios obedecen a una ordenanza aprobada en 2017 para cambiar el destino de la millonaria cifra que es hallada en la Fontana, un punto clave para la historia cultural de Roma que es visitado por millones de personas al año.
La Fontana es uno de los puntos turísticos más visitados del planeta.
Aunque los cambios fueron postergados, ahora el Ayuntamiento debe discutirlos antes del 1° de abril. Las modificaciones implicarían que el dinero hallado en el interior de la fuente, que es retirado por la empresa ACEA, deberá ser destinado a mantener la innumerable cantidad de fuentes y monumentos que hay en toda la capital italiana.
La intervención de Cáritas comenzó en 2001, cuando el por entonces alcalde de Roma, Francesco Rutelli, donó el dinero recogido en la fuente a la institución, que debía informar cada tres meses cómo eran utilizados los fondos que depositan los turistas con la esperanza de regresar a Roma.
La Fontana Di Trevi es uno de los monumentos europeos más apreciado por los turistas. Fue construida en 1732 y ya desde hace algunos años es protagonista de algunas polémicas. En primer lugar, porque debido a daños, el municipio prohibió que las personas se acerquen y puedan sentarse alrededor de la fuente. Para eso, se armó un “circuito” por el que se puede caminar con cierta distancia de la construcción.
Pero además, desde hace años existen multas muy altas para quienes se atrevan a ingresar a la Fontana para imitar, con cierto humor, la mítica escena de “La Dolce Vita”, la histórica película de Federico Fellini donde una pareja ingresa a la fuente.