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La historia de los cadáveres del Everest, la cumbre que se sigue cobrando víctimas

A 66 años de la primera expedición en alanzar su cima, el ascenso a la montaña más alta del mundo sigue arrojando víctimas.

29 Mayo de 2019 13:03
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Desde que el explorador Edmund Hillary hizo cumbre por primera vez el 29 de mayo de 1953, hace exactamente 66 años, alrededor de 300 personas han fallecido intentando escalar el Everest. Y cerca e dos tercios de los cuerpos aún están enterrados en el hielo y la nieve. 

 

El ascenso del Everest ha dejado decenas de muertos.  

Pero el calentamiento global ha introducido un nuevo ángulo en la cuestión. "La capa de hielo y los glaciares se están derritiendo rápidamente y los cadáveres que estuvieron sepultados durante todo este tiempo están apareciendo", explica en diálogo con la BBC Ang Tshering Sherpa, ex presidente de la Asociación de Montañismo de Nepal. 

Un funcionario del gobierno nepalés, mientras tanto, relató que pudo rescatar 10 cuerpos en años recientes de diferentes lugares del Everest y que más continúan surgiendo. 

Un gran obstáculo para bajar los cadáveres de la montaña es que la ley de Nepal requiere que agencias gubernamentales participen de las misiones. En el lado tibetano del Everest, mientras tanto, estos requerimientos no existen y la operación se facilita. 

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En el 2017, el cuerpo de un montañista apareció a la altura del Campamento 1 y fue rescatado por escaladores profesionales de la comunidad sherpa local. El mismo año, otro cadáver surgió en la superficie del glaciar Khumbu, el lugar donde más aparecieron en años recientes. 

El momento de alcanzar la cumbre."Manos y piernas de cadáveres han aparecido en el campamento base en los últimos tiempos", declaró un funcionario de una ONG. "El nivel del hielo en esa zona ha estado descendiendo y por eso los cuerpos están expuestos". 

Los efectos del calentamiento

En este sentido, un estudio del 2015 reveló que los estanques del glaciar Khumbu se están expandiendo y uniendo a causa del derretimiento acelerado.

Durante décadas, varios cuerpos de escaladores muertos durante el intento de la hazaña han servido como mojones para orientar el camino de ascenso. Es que en lugares de mayor altitud del Everest, recobrar cadáveres puede ser sumamente complicado y costar hasta 80 mil dólares. 

Además, de acuerdo al montañista Alan Arnette, "la mayoría de los escaladores elige ser dejado en la montaña si muere, por lo cual es na falta de respeto removerlos a menos que sus familias lo pidan o interfieran con la ruta de escalada".

Temporada de muerte

El racconto de 300 fallecidos no tiene en cuenta a los 11 muertos durante la actual temporada de escalada, cuya última víctima fue Cristopher Kulish, un alpinista estadounidense que murió el martes cuando descendía del Everest luego de alcanzar la cima.

De acuerdo a Mira Acharya, del Departamento de Turismo de Nepal, el escalador "tuvo de repente un problema cardíaco, según los organizadores de la expedición".

En las últimas semanas, embotellamientos de decenas de alpinistas han tenido lugar cerca de la cima del Everest, hecho que sin duda incidió en el número de fallecimientos recientes: aguardar en temperaturas extremas y con poco oxígeno daña gravemente al organismo.

"Cadáveres en la ruta y en tiendas de campaña en el campamento 4. Gente a la que intenté hacer regresar terminó muriendo. Gente siendo arrastrada. Caminamos sobre cadáveres" escribió en Instagram el cineasta Elia Saikaly, quien llegó a la cima días atrás. 

Por su parte, el alpinista argentino Ricardo Birn tuvo que ser rescatado de urgencia por un helicóptero tras sufrir un edema pulmonar en el Everest a poco más de 500 metros de la cima. "Habiendo colas eternas y muriéndome de frío, sabía que sería mi último día si no era más rápido que los demás", explicó.