09 Julio de 2018 08:50
La batalla judicial se prolongó durante todo un domingo de verdadera incertidumbre para el ex presidente de Brasil y líder en todas las encuestas de cara a las elecciones de octubre, Luiz Inacio Lula Da Silva, detenido desde abril pasado en Curitiba, tras recibir una condena por lavado por haber recibido un apartamento de lujo.
Todo comenzó por la mañana, cuando el juez federal del Tribunal Regional Federal 4, Rogerio Favreto, dio lugar a un hábeas corpus presentado por dos dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y ordenó liberar al ex presidente. La medida fue celebrada con fuerza por los sectores que respaldan a Lula, que a pocos meses de las elecciones aún lidera todas las encuestas presidenciales, a pesar de permanecer tras las rejas desde hace tres meses.
Lula Da Silva se encuentra preso desde abril pasado.
El fallo de Favreto ordenaba la liberación de Da Silva de manera inmediata. Incluso, llegó a dar un plazo a la Policía Federal de Brasil para que libere al ex mandatario del penal de Curitiba en el que se encuentra preso. Sin embargo, nada de eso ocurrió. El juez del Lava Jato, Sérgio Moro, quien condenó al ex mandatario a nueve años y medio el año pasado cuestionó - desde sus vacaciones en Europa - la competencia de Favreto para ordenar la excarcelación.
Sin embargo, Favreto continuaba firme en su decisión de excarcelar a Lula de modo urgente. Ocurre que Moro no tiene autoridad, ya que es juez de primera instancia y Favreto es, como se conoce en Brasil, “desembargador”, por lo que representa una instancia superior en la Justicia brasilera.
Por esas horas, la tensión continuaba mandando en el país vecino. Cuando parecía que la liberación de Lula era inminente - de hecho había versiones que señalaban que ya se encontraba haciendo los trámites de su salida -, el Ministerio Público intervino y presentó un recurso de “reconsideración”, que debía ser analizado por el mismo Fraveto.
En ese momento, y como si la confusión no fuera suficiente, intervino otro magistrado, João Pedro Gebran Neto, quien fue relator en el proceso original en la causa contra Lula por lavado de dinero mediante un departamento entregado por la constructora OAS, beneficiada por su gobierno. Ese juez ordenó anular el fallo de Favreto, bajo el argumento de que fue “inducido al error” por la defensa del ex presidente.
Lula no fue liberado, a pesar de que un juez falló a su favor ayer.
Lo curioso es que Gebran Neto no se encontraba de turno ayer, por lo que no tenía autoridad para decidir, al menos no hasta hoy. Incluso, el periodista Bruno Bimbi describió en un artículo que Lula podría haber sido liberado ayer y haber regresado a la prisión hoy por orden de Gebran Neto, que es uno de los jueces que este verano ordenó ampliar la prisión de Lula de nueve años y medio a 12 años y un mes.
LULA, LÍDER EN TODAS LAS ENCUESTAS
Lula continúa liderando todos los sondeos de cara a las elecciones del 7 de octubre, a pesar de la condena por delitos de corrupción y lavado de dinero. Una encuesta difundida por la cadena O'Globo realizada por Ibope marca que el ex jefe de Estado tiene un 33 por ciento de intención de voto. Con esos números no le alcanzaría para ganar en primera vuelta, aunque sí sería favorito en el ballottage.
De hecho, los sondeos marcan que Da Silva aventaja por más de 15 puntos a Jair Bolsonaro, el candidato del Partido Social Liberal, y a Marina Silva, que llega apenas a un siete por ciento. Solo Lula supera el porcentaje de voto en blanco, que suma un 22 por ciento de acuerdo al sondeo.
La situación cambia por completo cuando se analiza un potencial resultado electoral sin Lula como candidato, ya que la ley de Brasil impide la posibilidad de presentarse a elecciones a una persona con una condena ratificada en segunda instancia, como es el caso de Lula.