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La lujosa guarida donde habría estado retenida Madeleine McCann

La mansión que tenía en Portugal Clement Freud, sospechado de pedofilia y recientemente vinculado a la desaparición de la pequeña Maddie, ocurrida en el 2007, está valuada en casi US$ 1,5 millones.

17 Junio de 2016 11:27
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El presentador radial y televisivo Clement Freud, ya fallecido, es el eje de una serie de escalofriantes revelaciones. Primero, un documental lo expuso como abusador sexual de al menos dos niñas. Y, luego, otros testimonios lo vincularon con la resonante desaparición de Madeleine McCann, ocurrida en Portugal en 2007.

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La mansión de Freud en Portugal. ¿Estuvo retenida ahí Maddie?

Freud había invitado a los padres de "Maddie" a su mansión en Portugal inmediatamente después de que la niña desapareciera. La casa está ubicada muy cerca del hotel en el que se alojaba la familia y constituye una buena muestra del lujo del cual el sospechoso se rodeaba en su vida cotidiana.

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Freud invitó a los McCann a almorzar al costado de la piscina.

Kate McCann, madre de la pequeña Madeleine, contó que ir al hogar de Freud en aquel momento difícil fue como "visitar a tu abuelo luego de un día horrible". El presentador había invitado al matrimonio enviándole una carta y los recibió con un almuerzo seguido por una ronda de cócteles al lado de la piscina.

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Los balcones de la residencia miran a la playa.

La mansión, ubicada en Praia da Luz, está valuada en casi un millón y medio de dólares y ostenta un estilo mediterráneo de paredes blancas. Incluye piscina climatizada y balcones que miran hacia la playa.

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Según descripciones, la casa posee "jardines bien mantenidos".

Según la descripción inmobiliaria mediante la cual se alquila actualmente la propiedad, posee detalles como "jardines bien mantenidos con naranjos y un patio ideal para eventos al aire libre". 

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El amplio dormitorio de la lujosa mansión de Freud.

Los McCann volvieron a visitar a Freud tiempo después, cuando ellos mismos se habían convertido en sospechosos de la desaparición de su hija de tres años. "Gracias a Dios existe gente como Clement, que nos ayudaron a seguir sonriendo", supo declarar Kate en aquel momento.

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