Mientras algunos países de Europa ya se preparan para vacunar a las personas de 38 y 39 años, y los especialistas advierten de lo peligroso de la variante India del COVID-19, expertos independientes contratados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para investigar el origen del virus -que ya mató a más de 3,3 millones de personas y destruyó la economía mundial- señalaron que la pandemia "podría haberse evitado".
En un informe publicado este miércoles en la sede de la OMS en Ginebra, Suiza, el panel independiente denunció que la pandemia es el verdadero "Chernobyl del siglo XXI" y pidieron reformas urgentes de los sistemas de alerta y prevención. "La situación en la que nos encontramos hoy podría haberse evitado", dijo una de las copresidentas del panel, Ellen Johnson Sirleaf, ex presidenta de Liberia.
Aunque es severo, el informe no señala a ningún culpable sino que apunta "a una gran cantidad de fracasos, lagunas y retrasos en la preparación y la respuesta" a la pandemia. "Es evidente que la combinación de malas decisiones estratégicas, de una falta de voluntad para abordar las desigualdades y de un sistema mal coordinado, creó un cóctel tóxico", afirmaron.
De acuerdo a los investigadores, esto permitió que la pandemia se convirtiese "en una crisis humana catastrófica". Este grupo de 13 expertos, contratados por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en aplicación de una resolución adoptada en mayo de 2020 por los Estados miembros de la organización, pasó los últimos ocho meses examinando la propagación de la pandemia y las medidas tomadas por el organismo sanitario y los países para enfrentarla.
La creación del panel fue en respuesta a las críticas vertidas hacia a la OMS, el organismo de salud de la ONU, por su demora en recomendar las mascarillas y por presuntamente haber sido complaciente con China cuando detectó por primera vez el coronavirus y tardó en declarar el estado de emergencia sanitaria mundial. "Podemos decir que hubo retrasos en China, pero los hubo en todas partes", comentó la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark.
La funcionaria copreside el grupo de expertos, los cuales llamaron a los países ricos a proporcionar, de aquí a 2022, unas 2.000 millones de dosis de vacunas. Los investigadores estuvieron de acuerdo con que "transcurrió demasiado tiempo", entre la notificación de un foco epidémico de neumonía de origen desconocido en la segunda quincena de diciembre de 2019 y la declaración, el 30 de enero por la OMS, de una emergencia de salud pública de alcance internacional.
Cabe destacar que se trata de el más alto nivel de alarma sanitaria. Para los investigadores, esta alerta podría haberse emitido ocho días antes, cuando se reunió por primera vez el Comité de Emergencia de la OMS. Pese a esto, aunque la OMS hubiera declarado la emergencia sanitaria una semana antes, las cosas no habrían cambiado mucho ante la "inacción de tantos países", según Clark.
La ex primera ministra de Nueva Zelanda hizo referencia a que no fue hasta el 11 de marzo, cuando la OMS calificó la situación de pandemia, que las gobiernos comprendieron realmente el peligro. En definitiva, "retrasos, vacilaciones y negaciones" permitieron a la epidemia y luego a la pandemia eclosionar, concluye el informe.
Para evitar que se repita esta situación, el documento propone la creación de un Consejo Mundial de Lucha contra las Amenazas Sanitarias, así como el establecimiento de un nuevo sistema mundial de vigilancia basado en una "transparencia total" en el que la OMS no esté obligada a esperar la aprobación de los países miembros para publicar información importante.