El huracán Patricia avanzaba este viernes hacia las costas del oeste de México como una monstruosa tormenta de categoría 5, la más fuerte que se haya registrado jamás en el hemisferio occidental, mientras pobladores y turistas buscaban resguardo o incluso escapar de la zona donde se prevé que toque tierra.
La tormenta, que según meteorólogos puede causar una "catástrofe al tocar tierra" en las próximas horas, se dirigía hacia una zona del Pacífico mexicano donde hay tanto pueblos pesqueros como algunos balnearios turísticos, entre ellos Puerto Vallarta y Manzanillo.
"El país enfrenta una amenaza de gran escala", señaló el presidente Enrique Peña Nieto en su cuenta de Twitter, desde donde también lanzó un llamado a la gente para buscar lugares seguros.
En Puerto Vallarta, en el estado occidental de Jalisco, la gente reforzó las entradas de sus casas con sacos de arena y maderas en ventanas y puertas, mientras los hoteles retiraban sillas y cualquier otro objeto en la playa.
El aeropuerto fue cerrado y varias personas se acercaban a la terminal de autobuses para tratar de salir hacia Guadalajara, la capital estatal, o a alguna otra localidad tierra adentro.
Camioness de bomberos y ambulancias recorrían las calles de Puerto Vallarta con las sirenas encendidas para pedir que evacuaran la zona. Para José Manuel González Ochoa, dueño del restaurante "Pollos Ochoa", esos llamados lo hicieron pensar mejor lo que iba a hacer.
González vive con su familia en el primer puso del restaurante y sus vecinos le dijeron que unos años antes de que él llegara ahí el agua alcanzó hasta donde ahora habitan. "Más bien nos vamos para arriba ya", dijo y mencionó una comunidad a 30 minutos de la costa.
La tarde del viernes, el centro de Patricia se localizaba a 135 kilómetrosal suroeste de Manzanillo y a unos 250 kilómetros al sur de Cabo Corrientes. El Centro Nacional de Huracanes señaló que se espera que toque tierra como con categoría 5 más tarde para luego debilitarse cuando avance hacia las montañas.
Con vientos sostenidos máximos cercanos a los 325 kilómetros por hora, la tormenta es la más fuerte documentada por el organismo en el este del Pacífico o en el Atlántico, afirmó el especialista Dave Roberts del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Según las autoridades mexicanas ya alcanzó los 400 kilómetros por hora.
La fuerza de Patricia era comparable a la del tifón Haiyan, que hace dos años dejó más de 7.300 muertos o desaparecidos en Filipinas, según la Organización Mundial Meteorológica de Naciones Unidas.
El secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio, dijo en Radio Fórmula que las autoridades estaban especialmente preocupadas por la seguridad de las personas en Puerto Vallarta y en la localidad vecina de Bahía de Banderas, en el estado de Nayarit.
Pidió a la gente "entender la magnitud del huracán, un huracán devastador, el más grande que se ha podido registrar".
Las autoridades declararon el estado de emergencia en decenas de localidades de los estados de Colima, Nayarit y Jalisco, incluidos Manzanillo y Puerto Vallarta. El gobernador de Colima ordenó el cierre de las escuelas el viernes, cuando se esperaba lo que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos describió como una llegada "potencialmente catastrófica".
El director de la Comisión Nacional de Agua de México, Roberto Ramírez, dijo que Patricia tiene fuerza suficiente para alzar automóviles, destruir viviendas que no estén construidas con cemento reforzado y arrastrar a las personas que se encuentren a la intemperie. Ramírez dijo que la gente en mayor peligro será la que se encuentre en la costa, principalmente la del estado de Jalisco.
Los vecinos reforzaban los frentes de las casas para evitar destrozos.
El jueves por la noche llovía en Manzanillo mientras la gente hacía sus preparativos de último momento ante la tormenta. Las autoridades se apresuraban para intentar mantener a la población a salvo, tras la rápida evolución de Patricia desde tormenta tropical a huracánde Categoría 5.
En una tienda Walmart de Manzanillo, los clientes llenaban carros de productos no perecederos mientras la lluvia seguía constante en el exterior.
Verónica Cabrera, que acudió a comprar con su hijo pequeño, dijo que la ciudad tiende a inundarse cuando muchos arroyos pequeños se salen de sus cauces. Ella dijo que había protegido las ventanas con cinta adhesiva para evitar que se rompieran.
Alejandra Rodríguez, que compraba con su hermano y su madre, adquirió 10 litros de leche, una gran botella de agua y objetos como atún y jamón enlatado que no requerían refrigeración ni cocción. La familia ya había tapado la parte inferior de las puertas de su casa para evitar que entrara agua.
"La calle principal se inunda de verdad y corta el acceso a muchas otras calles. Se acaba pareciendo a una isla", comentó Rodríguez.
En Puerto Vallarta, restaurantes y tiendas protegían o entablaban las ventanas y los vecinos se apresuraban a acudir a las tiendas para hacer compras de último momento antes de la tormenta.
"Este es un huracán extremadamente peligroso y potencialmente catastrófico", dijo Dennis Feltgen, meteorólogo del centro.
Patricia también podría afectar a Texas, dijo Feltgen. Las previsiones apuntan a que tras perder fuerza al tocar tierra, es probable que parte de la humedad tropical de la tormenta se combine con las intensas lluvias que ya sufría Texas al margen del huracán, informó y aumente las precipitaciones en la zona.
"Sólo va a empeorar una mala situación", informó.