02 Octubre de 2017 18:26
Stephen Paddock, de 64 años, se ubicó en el piso 32 de un hotel casino de Las Vegas y descargó varias ráfagas de sus armas automáticas sobre más de 20.000 espectadores que disfrutaban de un concierto de música country al aire libre. El sangriento ataque provocó, por ahora, la muerte de 59 personas e hirió a más de 500 convirtiéndose el tiroteo más mortífero de la historia de Estados Unidos.
La imagen de Paddock, el atacante de Las Vegas.
Luego de allanar su domicilio, la Policía de Las Vegas informó que se incautó todo un arsenal: armas, explosivos y municiones en la vivienda del autor de la masacre. El sheriff Joseph Lombardo señaló que durante la requisa en Mesquite, al norte de Las Vegas, se hallaron "18 armas de fuego adicionales, algunos explosivos y miles de cartuchos de munición”.
Según detallaron las autoridades, todo esto lo encontraron junto a algunos dispositivos electrónicos que están siendo evaluados. Paddock vivía en una casa de tres habitaciones en el pueblo de Mesquite, a 130 kilómetros de Las Vegas junto a su mujer Marilou Danley, de 62 años, quien era buscada intensamente por los investigadores como cómplice del asesino.
La masacre de Las Vegas, la más mortífera de Estados Unidos
El ataque fue perpetrado por un contador jubilado cuyas motivaciones se investigaban y que convirtió la explanada donde se realizaba el concierto en una trampa mortal con poco o ningún lugar adonde refugiarse de la catarata de disparos. Si bien el ataque fue adjudicado por ISIS, rápidamente las autoridades descartaron esta posibilidad.
Los jóvenes intentaron escapar y asistir a las víctimas al mismo tiempo.
Asistentes al festival huyeron en estampida y gritando en busca de algo para cubrirse, luego de pensar en un primer momento que los disparos eran fuegos artificiales, no tiros de lo que al parecer fue una ametralladora o un fusil automático.
Policías de élite utilizaron explosivos para derribar la puerta de la habitación del atacante en el rascacielos de ventanales dorados y se encontraron con que el hombre se había suicidado, según informaron las autoridades locales.
Stephen Paddock tenía al menos 10 armas consigo en el hotel Mandalay Bay, incluyendo rifles, agregaron. En declaraciones a periodistas, el sheriff Joseph Lombardo dijo que se desconocían las motivaciones del hombre.
"En este momento, no puedo meterme en la mente de un psicópata", dijo Lombardo, que agregó que Paddock no tenía antecedentes ni estaba en el radar de la policía antes de la matanza.
Aaron Rouse, el jefe del FBI en Las Vegas, dijo que los investigadores no encontraron evidencia que conectara el ataque a una organización extremista internacional, pese a una reivindicación del hecho por parte del Estado Islámico.
Al menos 59 personas fallecieron fallecieron producto del ataque.
La matanza comenzó poco después de las 22 (hora local), cuando el cantante de country Jason Aldean cerraba el festival "Route 91 Harvest". El atacante, al parecer, utilizó un dispositivo similar a un martillo para romper el vidrio de la ventana de su habitación de hotel y abrió fuego contra la multitud que estaba debajo, a unos 200 metros.
La gente, amontonada en un espacio amplio y abierto, casi no tenía lugar donde esconderse, ni vías de escape. Las víctimas caían al suelo mientras otras personas huían en pánico, gritando o llorando. Algunos se ocultaron bajo sillas, puestos de venta ambulante o autos estacionados.
"Cuando dejamos las sillas, había un hombre con un tiro. Estaba todo ensangrentado e inconsciente. Corrimos, y todos se escondían por todas partes: bajo las sillas, atrás de los pilares de las torres de luces y donde podían. Y todos nos decían que corramos, '¡corran rápido!'", dijo Christine, una joven, a la cadena CNN.
El ataque se produjo en medio del recital de Jason Aldean.
El atacante al parecer disparó sin obstáculos durante más de 10 minutos mientras la policía de Las Vegas intentaba frenéticamente localizar al hombre en alguna de las torres del Mandalay Bay, se informó. Pese a esto, Lombardo no dio detalles de las armas usadas, pero en las comunicaciones radiales los policías hablaron de un fusil automático.
En un mensaje a la nación desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump calificó el ataque de "acto de maldad pura". "En tiempos de tragedia y horror, Estados Unidos se une como un solo país. Y siempre lo ha hecho", declaró el mandatario y anunció que el miércoles viajará a Las Vegas para reunirse con autoridades locales, víctimas y sus familiares.
Sobre los motivos detrás del ataque, el hermano del agresor, Eric Paddock, se mostró desconcertado. "Ni siquiera puedo inventar algo. No hay nada" que explique esto señaló.
Como el autor de la matanza de Las Vegas no es árabe, ni negro, ni Latino, aunque el ISIS se haga responsable, no lo van a llamar terrorista pic.twitter.com/YAXglybJFf
- Edgardo Rovira (@EdgardoRovira)
Al atribuirse el hecho, el Estado Islámico dijo que el atacante era un "soldado" de su califato que se había convertido al islam meses atrás. Pero no mostró pruebas ni identificó al hombre. El EI también se atribuyó un ataque ocurrido en junio pasado en un casino y shopping de Manila, Filipinas, donde murieron 37 personas, pero las autoridades rechazaron esa afirmación.
Hasta el domingo, el tiroteo más letal de la historia de Estados Unidos había tenido lugar en junio de 2016, cuando un hombre que profesaba apoyo a grupos extremistas islámicos abrió fuego dentro de un boliche gay de Orlando, Florida, y mató a 49 personas.
En este difícil momento acompaño al pueblo estadounidense tras el terrible tiroteo en Las Vegas que dejó decenas de muertos y heridos
- Mauricio Macri (@mauriciomacri)
El ataque volvió a desatar el debate sobre la necesidad de controlar la posesión de armas en Estados Unidos y los reclamos de la oposición demócrata para que se aprueben mayores restricciones a su tenencia y uso.