El 1 de diciembre marcó la fecha de la primera aparición oficial del príncipe Harry y su prometida, Meghan Markle, luego del anuncio de su compromiso.
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La pareja, así, abordó un tren rumbo a Nottingham. Allí, además de saludar calurosamente a los vecinos de la ciudad, visitaron el Museo Nacional de Justicia y asistieron a un evento de una organización que asiste a personas con HIV.
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Llamativamente, al mismo tiempo, Kate Middleton -duquesa de Cambridge y esposa de William, hermano de Harry- también eligió abordar el ferrocarril en la estación King's Cross de Londres.
Kate decidió también viajar en tren.
Embarazada de su tercer hijo, la joven eligió vestirse de manera informal y cómoda: jeans, pullover de cuello alto y abrigo de paño. Sin embargo, no pudo escapar las lentes de los paparazzis, abonando rumores de que buscaba quitarle protagonismo a su futura cuñada.
No será dama de honor
Al mismo tiempo, también se supo que Middleton no será dama de honor en la boda de Harry y su novia norteamericana, la cual se celebrará en mayo del año que viene.
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"La duquesa casi no conoce a Meghan", explicó la experta en realeza Marlene Koenig. "Pero, por otro lado, es la futura reina consorte y no sería usual que cumpla esa función en la boda de otro miembro de la casa real".
Además, tradicionalmente el rol de dama de honor está reservado a mujeres solteras y es esperable que para la fecha de la boda, Kate esté abocada al cuidado de su tercer hijo, que nacería en marzo.