El ex policía ruso Mikhail Popkov fue enjuiciado por el asesinato de 55 mujeres en Angarsk, cerca de la ciudad de Irkutsk, entre 1992 y 2007. El espeluznante dato que se suma es que ya estaba en la cárcel, condenado por matar a otras 22.
Popkov asesinó a 76 mujeres.
Sus víctimas, que tenían entre 16 y 40 años, fueron asesinadas luego de que Popkov les ofreciera llevarlas a sus hogares. El femicida las atacaba con diferentes armas -especialmente un hacha y un martillo- y descartaba sus cuerpos en zonas boscosas o en un cementerio local.
Popkov luego tiraba los cuerpos mutilados en bosques, a la orilla de la carretera e incluso en el cementerio de su ciudad natal, donde de vez en cuando se ganaba algo de dinero extra trabajando como sepulturero.
Su reinado de terror finalizó en el 2012 después de que se identificaran las huellas de su auto cerca del lugar donde había sido descartado uno de los cuerpos. En su declaración, aseguró estar "purgando" Angarsk de lo que él percibía como mujeres inmorales.
Popkov, de 53 años, empezó a matar en 1992, pero solamente fue capturado en 2012, luego de que la policía vinculara restos de ADN recogidos en su jeep Niva con el encontrado en algunas víctimas.
Historias de horror
Las 76 víctimas de Popkov lo colocan tercero en la lista de asesinos seriales juzgados y condenados más prolíficos de la historia. El primer lugar aún lo conserva el colombiano Luis Garavito, cuyas 138 víctimas, todos niños, le trajeron el sobrenombre de "la Bestia".
Sus víctimas eran niños y adolescentes entre los 6 y los 16 años que, en su mayoría, vivían en situación de calle. Atraídos con regalos o promesas de dinero, el depredador abusaba de ellos, los torturaba cruelmente y luego los asesinaba. Se sospecha que la cantidad de víctimas totales de sus crímenes podrían ascender hasta a 300.
Sentenciado a 1.853 años de cárcel después de ser detenido en 1999, su condena fue reducida a 22 años por su colaboración en señalar los enterramientos de los cuerpos, aunque se estima que podría tener una condena de 60 o hasta 80 años a causa del status judicial de los crímenes de niños en Colombia.
Actualmente, cumple su condena en una prisión no revelada, en una celda solitaria para resguardarlo de posibles intentos de homicidio de otros presos.
Con 110 asesinatos, mientras tanto, el segundo lugar le corresponde a Pedro López, bautizado como "el monstruo de los Andes". Nacido en Colombia al igual que Garavito, violaba y asesinaba niñas, y sus hechos abarcaron no sólo su país natal sino también Perú y Ecuador. Como su compatriota, se estima que podría haber tenido muchas más víctimas, incluso más de 300.
Arrestado en 1980 en este último país, fue liberado por la Justicia ecuatoriana en 1994, y apresado otra vez para ser entregado a las autoridades colombianas. Allí, fue declarado inimputable y encerrado en un hospital psiquiátrico. En 1998, salió libre bajo fianza y actualmente se desconoce su paradero.