05 Septiembre de 2017 13:50
El estadounidense Matthew Phelps, de 29 años, horrorizó a un operador de la línea 911 en la madrugada del viernes confesando que había asesinado a su esposa, Lauren Hugelmaier, en su casa de Carolina del Norte.
Phelps asesinó a su esposa a puñaladas.
"Estaba teniendo un sueño, luego prendí las luces y ella estaba muerta en el suelo", declaró en estado de aparente confusión. "Estoy repleto de sangre y hay un cuchillo en la cama. No puedo creer que hice esto".
Phelps le afirmó al operador haber tomado Coracidin, un medicamento para la gripe. "Tomé más de lo que debería", explicó. "Me hace sentir bien, así que lo tomo cuando no puedo dormir".
Misterio
Inmediatamente después, la Policía llegó al hogar de los Phelps y detuvo a Matthew. Según declararon los investigadores, no creen que el asesinato ocurrió de manera aleatoria.
Mientras tanto, Bayer, la empresa fabricante del Coricidin, lanzó un comunicado expresándole sus condolencias a la familia de Lauren y asegurando que "no hay evidencia que sugiera que el medicamento esté asociado con comportamientos violentos".
Sin embargo, el Coricidin contiene dextrometorfano y clorfeniramina que, si se consumen en altas dosis, pueden causar euforia, agitación y psicosis.
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Phelps y Hugelmaier llevaban un año casados y ambos eran profundamente religiosos: él estudiaba para convertirse en pastor, mientras que ella era catequista.