La fiesta que terminó en tragedia. Sergio N., uno de los sobrevivientes de la masacre del boliche Pulse de Orlando, dialogó en exclusiva con BigBang y reveló cómo se vivió la tragedia hacia el interior de la disco de Florida. “Tuve que fingir que estaba muerto para que no me asesinaran”, reconoció todavía compungido y en shock.
"Me siento culpable porque no pude ayudar a mis amigos
Ya son cincuenta los muertos por el tiroteo. Todavía hay heridos graves.
Sergio vive en Minneapolis a más de dos mil kilómetros de Orlando. Oriundo de la pequeña ciudad de Nájera, España, era uno de los cientos de hispanos que se habían acercado al club para participar de la “latin fest” que prometía, entre otras atracciones, una noche a pura “bachata y reggaetón”.
"Traté de ayudarlos, pero fue inútil. Tuve que fingir que estaba muerto
Fue acompañado por un grupo de amigos, pero no todos regresaron al hotel. Muchos de ellos forman parte del listado de víctimas fatales que, en las últimas horas, sumó 50. Compungido por la tragedia, reconoció que todavía no estar listo para hablar mucho, en especial porque siente que no pudo ayudar a su grupo.
“Fue todo demasiado fuerte, creo que no es el momento de hablar.
Me siento culpable porque no pude ayudar a mis amigos”. Al momento del tiroteo, todos se encontraban dentro del. “Traté de ayudarlos, pero fue inútil. Tuve que fingir que estaba muerto para que no me asesinaran”, reveló con pesar.