24 Enero de 2017 13:19
Aunque el hogar actual de Donald Trump es la Casa Blanca en Washington, sin duda su "lugar en el mundo" es la Trump Tower neoorquina, centro de su poder empresario.
La guardia policial en la Trump Tower porta armas largas.
De hecho, quedó claro desde hace un tiempo que la vida del nuevo presidente norteamericano continuará ligada a la "Gran Manzana": su esposa Melania y su hijo menor Barron continuarán viviendo allí.
Por eso, no sorprende constatar el impresionante operativo de seguridad que rodea la Trump Tower, el cual comenzó a delinearse desde que el primer mandatario ganó las elecciones.
Un vallado impide el acceso a la vereda de la torre desde la calle.
Apostados en la puerta del edificio, se ubican oficiales del Departamento de Policía de Nueva York equipados con armas largas y pertenecientes a la fuerza especializada en lucha contra el terrorismo.
Un pequeño pasillo vallado permite el acceso a los compradores de las tiendas.
Además, un vallado impide el acceso desde la calle a la Trump Tower. Sólo un pequeño pasillo de vallas, convenientemente señalizado y vigilado por la policía, indica por dónde pueden pasar exclusivamente los que quieren hacer compras en las tiendas Armani y Gucci ubicadas dentro del edificio.
Mientras tanto, cámaras de algunos medios de comunicación se han apostado en espera constante frente a la torre. Y aunque el letrero de ingreso continúa diciendo "abierto al público", sólo se permite el ingreso a personas que puedan acreditar que trabajan allí.
Polémica de costos
La guardia policial del edificio le costó varias críticas a la administración de Barack Obama. Es que se supo que la custodia asignada a Trump desde que ganó las elecciones le costaba al Estado nada más y nada menos que un millón de dólares diarios.
Earlier at Trump tower. Such a crazy vibe there, with all the heavy security and tourists. pic.twitter.com/U3JUZeHBk7
- Hiroko Tabuchi (@HirokoTabuchi)
Y, antes de que se armara el vallado, los oficiales se habían convertido en una especie de atracción turística: los transeúntes los fotografiaban cotidianamente e incluso posaban con ellos.