04 Diciembre de 2016 06:28
Todo Brasil despidió con lágrimas y bajo una lluvia torrencial a los futbolistas del Chapecoense que perdieron su vida en el accidente aéreo del pasado lunes en Colombia. El velorio multitudinario se realizó en el estadio Arena Condá de Chapecó, en el sur del país, donde todos fueron a despedir a las víctimas de la peor tragedia aérea de un equipo de fútbol.
La ceremonia se llevó a cabo estadio Arena Condá.
La atención mundial estuvo en esta ciudad agroindustrial de 200.000 habitantes ubicada a 200 kilómetros de la frontera con Argentina, donde se reunieron los familiares y allegados de las víctimas, el presidente de la FIFA Gianni Infantino y la sorpresiva presencia del presidente de Brasil Michel Temer, quien fue silbado por todo el estadio.
La emotiva ceremonia también contó con un mensaje enviado por el Papa Francisco a esta comunidad del país más católico del mundo. "Este equipo nos unió enseñando lo más valioso del ser humano, este equipo nos enseñó que todo es posible ", dijo entre lágrimas el presidente en ejercicio del club fundado en 1974, Iván Tozzo, durante su discurso.
El presidente Michel Temer fue silbado por todo el estadio.
La imagen fue una de las más fuertes por la que pasó esta ciudad: cincuenta féretros distribuidos en una cancha de fútbol, feretros con jugadores y equipo técnico que dieron identidad y buenos resultados al equipo de toda una ciudad. Y este team de “guerreros”, como los definió su hinchada, alcanzó la final de la Copa Sudamericana y ascendió tres categorías en menos de diez años.
Colombia y Atlético Nacional de Medellín, por su solidaridad en la tragedia, fueron homenajeados, e incluso el técnico del Verdolaga de Medellin, Reinaldo Rueda, recibió una plaqueta por parte de la directiva de Chapecó. El estadio Arena Condá tuvo 20.000 espectadores presentes y una lluvia constante que apenas paró al fin de la ceremonia.
Los féretros llegaron en dos aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea. Fueron recibidos con honores militares en una ceremonia encabezada por Temer.
Los cincuenta féretros abanderados de verde y blanco ingresaron al campo de juego cargados por soldados brasileños y la hinchada, en llanto, gritaba "El campeón volvió, el campeón volvió", un clásico cántico que entonan los clubes llamados grandes cuando demuestran buen fútbol.
20 mil personas se hicieron presentes para despedir a los jugadores.
El presidente Temer fue uno de los protagonistas de la jornada, ya que había anunciado que no participaría del velorio y sí del recibimiento de los cuerpos en el aeropuerto de Chapecó por temor a silbidos. "No lo anuncié para no alterar a la gente con el esquema de seguridad", explicó luego el presidente, que se reunió con las familias de las 50 víctimas.
Los aplausos invadieron el estadio cuando fueron ingresando los féretros uno por uno.
En total, 19 jugadores más el cuerpo técnico, el entrenador Caio Junior y el preparador Alexandre Paixao, dirigentes y periodistas llegaron este sábado a Brasil luego de la tragedia del lunes por la noche, cuando el avión de la compañía Lamia reportó falta de combustible antes de estrellarse en las montañas del estado de Antioquia.
