05 Diciembre de 2015 15:58
De monjas a prostitutas. Con ese trayecto, la organización internacional Talitha Kum - significa “Niña, levántate” en arameo - trabaja de encubierto en distintos prostíbulos de todo el mundo con una única misión: salvar a mujeres y niñas de ser víctimas del tráfico sexual.
El movimiento está compuesto por un grupo de 1.100 religiosas que actúan en 80 países. Se infiltran en las redes de los traficantes de personas, disfrazándose de prostitutas para poder combatir la trata.
Talitha Kum combate la trata sexual con más de mil monjas en todo el mundo.
La organización describe su misión como una forma de “articular y optimizar” los recursos con los que cuentan a favor de la prevención, la protección y la asistencia de las víctimas de la trata, como también una forma de denunciar el tráfico de seres humanos.
John Studzinski, fundador del grupo activista, aseguró que la organización “intenta aumentar su influencia” y pasar a trabajar en 140 países.
“La organización fue fundada en 2004 y consiguió grandes éxitos rescatando a mujeres. Las monjas se visten como prostitutas y van así por las calles. Trabajan en burdeles y nadie sabe que están ahí”, detalló el banquero e inversionista del movimiento.
4,5 millones son víctimas de explotación sexual según la Organización Internacional del Trabajo.
Según Studzinski, las hermanas decidieron formar parte del grupo porque “perdieron la fe” en los gobiernos, las corporaciones, la policía y, sobre todo, en los hombres.
De acuerdo con las cifras manejadas por la organización, entre 800.000 y 2.000.000 de personas son traficadas cada año y es la tercera actividad criminal a nivel mundial.
La Organización Internacional del Trabajo detalló que alrededor de 11 millones de mujeres y niñas sufren de trabajo forzado. Además 19 millones de personas son víctimas de explotación por empresas privadas. Por otra parte, al menos 4,5 millones son víctimas de explotación sexual, informó la organización.
Entre 800 mil y 2 millones de personas son traficadas cada año según Talitha Kum.
“No intento ser sensacionalista, pero trato de subrayar el hecho de que este mundo perdió su inocencia", afirmó Studzinski.