La decisión de no abrir los bancos en Grecia y suspender las actividades en la Bolsa encuentra una importante cercanía con el famoso “corralito” de la Argentina de 2001. Mirá las siete similitudes entre un país que atravesó la peor crisis económica de su historia y un Estado que ingresa en la tormenta.
La crisis económica en Grecia convocó diversas manifestaciones.
Ambos sucumbieron ante una moneda extranjera. Grecia ingresó en la Comunidad Europea y priorizó el euro. La Argentina sustubo la convertibilidad por mucho más tiempo de lo que lo tendría que haber hecho. El país europeo no puede competir en el mercado internacional porque los valores del euro son elevados y la industria interna se ve afectada al no poder competir con los precios internacionales. “Grecia debe dejar el Euro como la Argentina se liberó de un dólar, un peso”, sostuvo el analista internacional Carlos Escudé.
En la Argentina, las protestas y la tristeza por la situación del país se adueñó de las calles en 2001.
Ambos declararon la mayor deuda de su historia. La Argentina declaró en 2001 la mayor moratoria de su historia por unos US$ 130.000 millones, en medio de una brutal crisis financiera y política tras la precipitada renuncia del presidente Fernando De la Rúa. En Grecia, la deuda asciende a más de US$ 320.000 millones y alcanzó los niveles más altos de su historia.
Fuerte desempleo. En la Argentina de 2001 la crisis financiera dejo un 24% de desocupados en todo el país. La cifra en Grecia asciende al 26% de desocupados.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció el cierre de los bancos.
Caída histórica del PBI. El producto bruto interno de ambos países disminuyó considerablemente debido a la tormenta económica. En la Argentina, la caída del PBI alcanzó el 11% en diciembre de 2001, y se convirtió en una cifra récord negativa. En Grecia, el 25 de enero de 2015, la caída del PIB del país ascendió al 25%, otra cifra histórica.
Altos niveles de pobreza. En Grecia una de cada tres personas está en situación de pobreza y endeudamiento. El 42,5% de los hogares estiman que en 2015 no podrán afrontar sus gastos corrientes y un 35,4% creen que no podrán pagar sus impuestos. Las cifras son similares a las registradas en Argentina durante 2001. El país tenía un 35% de pobres y un nivel de desempleo ascendente.
El “corralito” en la Argentina dejo miles de jubilados sin sus ahorros
Corralito. Las dificultades económicas de ambos países culminaron con un colapso en el sistema financiero. En Argentina el famoso “corralito” podría convertirse en un duro espejo para Grecia. La decisión de no abrir los bancos para los ciudadanos griegos es un mensaje para evitar fugas millonarias de dinero del país.
Default. Tal como lo hizo el gobierno argentino, Grecia podría declararse en default, es decir no hacer frente a los compromisos financieros futuros. Las negociaciones con los acreedores fracasaron y en los últimos días se retiraron del país más de US$ 600 millones. Esta situación motivó a cerrar las entidades bancarias. Además, El Banco Central Europeo (BCE) decidió no elevar la cantidad máxima de préstamos que pueden pedir las entidades financieras griegas.
Desplome de bolsas europeas
Tras el anuncio del corralito, en París, a las 10:15 horario GMT, el CAC-40 perdió 3,29%; y en Frankfurt, el Dax cedió 3,18%. A su vez, Londres registra una pérdida del 1,59%, mientras que en Madrid el Ibex-35 de Madrid cae el 3,75%. Asimismo, Milán perdió 3,54%, mientras que Lisboa se desploma el 4,49%.
El mercado de la deuda también se vio afectado, y la tasa de los bonos de deuda griega a diez años aumentó hasta 14,574%, un récord desde 2012.