Caos, desesperación y otro ataque terrorista. El martes, Bruselas, Bélgica, sufrió un doble atentado, en el aeropuerto y en el metro, que, según las cifras actualizadas del Ministerio de Salud, dejaron 32 muertos y 300 heridos de una cuarentena de nacionalidades.
El estallido generó múltiples daños materiales.
Las personas que estaban en la zona del estallido quedaron retenidas como parte del operativo de seguridad donde se inicia una averiguación personalizada para determinar si tiene conexión con las explosiones. Entre todos los demorados, se encontraba un argentino, que por un viaje laboral vivió una pesadilla.
Se trata de Lucas Sparvieri, de 38 años, que se encontraba en el complejo del aeropuerto de Bruselas al momento de los ataques terroristas fue retenido por la policía belga en un hotel de la terminal aérea en estado de shock junto al resto de los hospedados, entre los que había heridos y personas ensangrentadas.
Lucas Sparvieri regresó a su casa luego de más de un día y medio retenido junto a otros turistas.
En la noche de ayer, en horario argentino, Sparvieri fue liberado junto con todos los turistas y viajeros que sufrieron la misma situación que él. De inmediato logró regresar a su casa para reencontrarse con su familia. Todos los liberados, al igual que él, fueron desestimados de cualquier vinculación con la autoría del ataque.
"Está bien, necesita descansar", sostuvo un familiar en contacto con BigBang sin querer ampliar la información. Ahora esperan que lentamente se recupere de la conmoción emocional que sufrió. "Vio personas con amputaciones, heridas graves, parecía una película de terror", sumaron.
Lucas entró en shock al ver lo que sucedía.
Al momento del atentado, su esposa Maria José Vilar se encontraba en Alemania junto a los dos hijos de ambos cuando recibió el llamado de Lucas comentando lo que pasaba. De inmediato pidió ayuda al Consulado. Mientras tanto, Lucas estuvo entre el caos. Dos atentados en el aeropuerto y un tercer estallido en el metro: 35 muertos y más de 100 heridos y él argentino retenido sin entender lo que sucedía.
María José contó que el hotel se hallaba prácticamente vacío de personal y que aunque su marido estaba bien sufrió un shock, ante la incertidumbre de lo que sucedía. "No le explican nada, no tiene qué comer, no sabe lo que sucede mientras permanecen en un cuarto. Vio personas cortadas a la mitad o todas ensangrentadas, es una pesadilla", había explicado el día del atentado.
Todo parecía una escena de una película de terror.
Antes de que le cortaran la posibilidad a comunicarse, Lucas llamó a María José y le explicó lo que vio.
"El bajaba a desayunar, escuchó algo pero no entendió que pasaba. Tomó el ascensor, al abrirse la puerta un tipo se le tiró encima y lo metió nuevamente en el ascensor y volvió a su habitación espantado de ver gente gritando, con sangre y toda una imagen de una película de terror. En medio de la confusión empezaron a llegar heridos al hotel, gente que se resguardaba en su interior y otros que la policía ubicaba en nuevas habitaciones mientras la mayoría del personal del hotel huía y dejaba el lugar sin personal", repasó los hechos Vilar.
"Desde su habitación pudo ver a gente corriendo por los techos del aeropuerto, decenas de heridos en el suelo, muchos corriendo en estado de shock y otras escenas de pánico", afirmó la mujer y pueden verse las imágenes que el propio argentino envió para mostrar lo que vio en medio del pánico.
Las imágenes que registró el argentino.
Sparvieri reside desde hace un año en Alemania y ayer permaneció un día y medio en el hotel, casi sin acceso a la comida y sin contar con información en torno al protocolo de seguridad activado y en cuanto a su situación particular.