20 Enero de 2017 05:03
Si bien durante los actos de ayer Donald Trump ya se dirigió al pueblo norteamericano como presidente en funciones, lo cierto es que el traspaso del mando tendrá lugar hoy, con una serie de eventos que tendrán lugar desde muy temprano en la mañana de Washington.
El nuevo presidente de los Estados Unidos ayer junto a su mujer, en el Lincoln Center.
Apenas arranque el día, está previsto que el magnate comparta un desayuno privado junto a su familia e invitados en Blair House, la casa de huéspedes del presidente.
A las 8.30, el presidente electo y su familia participarán de un servicio religioso en la Iglesia Episcopal de San Juan, a pocos pasos de Blair House.
Una hora más tarde, Trump y Obama se reunirán con sus mujeres en la Casa Blanca, desde donde recorrerán juntos la avenida Pennsylvanya hasta llegar al Capitolio.
Hoy Trump se convertirá oficialmente en el sucesor de Obama como presidente de los EEUU.
A las 11.30 de Washington llegará el momento más esperado del día con la ceremonia de jura, que contará con líderes religiosos vinculados a Trump, la palabra del senador por Missouri, Roy Blunt, y distintas performances musicales.
Con estas palabras, Donald Trump aceptará el cargo como presidente: “Juro solemnemente (o afirmo) que desempeñaré fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos, utilizando al máximo mis capacidades para preservar, proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos”.
Alrededor del mediodía, el juez John G. Roberts tomará el juramento al presidente electo. En ese instante supremo, el jefe de Estado número 45 en la historia de los Estados Unidos mantendrá su mano apoyada sobre dos biblias: una que posee desde la infancia y la de Lincoln, tras lo cual pronunciará su primer discurso como flamante mandatario.
Después del mediodía, ya con Trump consagrado oficialmente como nuevo presidente, se producirá la despedida de Barack y Michelle Obama, quienes partirán desde el frente este del Capitolio.
El almuerzo, que tendrá lugar en la Rotonda del Capitolio y del que participarán referentes del nuevo Gobierno, estará matizado por más números musicales y distintos discursos en tributo al nuevo presidente.
Después del almuerzo, Trump revistará las fuerzas armadas en el frente este del Capitolio, para luego encabezar junto a su vicepresidente, Mike Pence, el desfile que irá desde el Capitolio hasta la Casa Blanca por la avenida Pennsylvania, con miles de oficiales en representación de cada rama del Ejército.
Después del mediodía, Trump pasará revista a las Fuerzas Armadas en el frente este del Capitolio.
Se espera que haya más 8.000 participantes en el desfile en representación de 40 organizaciones, incluyendo escuelas y universidades, cuerpos ecuestres, socorristas y grupos de veteranos, dicen los organizadores.
Los preparativos para el acto de mañana en Washington.
Una vez instalado en la Casa Blanca, Trump observará desde allí el resto del desfile, que está previsto que dure aproximadamente una hora y media.
Las autoridades esperan que lleguen unas 900.000 personas a Washington, tanto para el juramento como a participar de las actividades ligadas a éste.
El merchandising para la asunción de Trump, a la orden del día.
Unos 3,7 kilómetros cuadrados estarán cerrados al tráfico de automóviles y las autoridades federales, estatales y locales blindarán literalmente la zona durante la toma de posesión.
El día culminará a las siete de la tarde con los Bailes de etiqueta. Habrá dos eventos con bailes formales, que se desarrollarán en pisos separados del centro de convención Walter E. Washington, y uno que se llevará a cabo en el museo nacional del edificio. Se espera que Trump participe de los tres.
La agenda de la inauguración terminará el sábado por la mañana, cuando a partir de las 10 tenga lugar el tradicional Servicio Nacional de Oración, en la Catedral Nacional de Washington. Allí, Trump y Pence comenzarán su mandato en oración y reflexión.
Preparativos.
No todo es fiesta
Si bien para Donald Trump y sus seguidores será un día de fiesta, varios grupos opositores marcharán contra el nuevo presidente.
La ciudad estará dividida entre los que apoyan al nuevo mandatario y las marchas en contra.
99 grupos pro y anti-Trump planean llevar a cabo manifestaciones en todo Washington. Por ello, se estima que unos 28.000 miembros del Servicio Secreto, de la Administración de Seguridad en el Transporte, del FBI, de la Policía de Parques, de la Guardia Costera y de la Policía de Washington y de toda la nación se desplieguen alrededor de toda la ciudad para reforzar la seguridad.
Habrá decenas de marchas antitrump.
Y, si bien por el momento las autoridades sostienen que no existe una amenaza “específica y creíble”, el foco estará en “actos individuales de extremismo violento” y en “individuos que se autorradicalizan”, como se ha visto en los recientes ataques en Francia y Alemania.
Una de las manifestaciones más importantes será la denominada “Marcha de Mujeres”, de la que se estima que participarán mañana más de 200 mil personas.
Las mujeres enfurecidas con Trump harán una gran marcha.
“La Marcha de Mujeres en Washington enviará un fuerte mensaje a nuestro nuevo gobierno desde el primer día en el poder, y al mundo, de que los derechos de las mujeres son derechos humanos”, sostiene un comunicado de las organizadoras.
La presencia argentina
El diputado nacional Sergio Massa, quien ayer se reunió con el ex alcalde de Nueva York y futuro miembro del Gabinete de Trump, Rudolf Giuliani, fue invitado a participar del acto de asunción del nuevo presidente de los Estados Unidos.
Massa se reunió con Giuliani y hoy asistirá a la asunción.
En tanto, por parte del Gobierno, el embajador argentino en Washington, Martín Lousteau, será el único representante, tal cual informaron fuentes de la Cancillería argentina.
El embajador Martín Lousteau será el único representante del Gobierno.
Acorde con la tradición presidencial norteamericana, la única invitación que llegó para la representación diplomática argentina, por lo que no habrá representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores o Presidencia.
Es que mientras que en nuestro país se espera que haya dignatarios extranjeros durante el acto de asunción, en los Estados Unidos no se acostumbra a recibir jefes de gobierno y Estado.