En las últimas semanas,los papás de Charlie Gard, un bebé inglés que sufre una enfermedad terminal, iniciaron una lucha judicial para poder llevar al niño a Estados Unidos con el fin de hacerle un tratamiento experimental que alargue su vida. Sin embargo, hace sólo unas horas, la pareja comunicó que la lucha llegó a su fin.
Los padres de Charlie Gard renunciaron a la batalla legal.
"Como padres que amamos a nuestro hijo y somos devotos a él, hemos decidido que no es del mejor interés para Charlie el llevar a cabo un tratamiento. Dejaremos que se vaya y esté con los ángeles", comunicó el padre, Chris Gard, a la salida del tribunal y agregó: “Se ha perdido demasiado tiempo. Se le ha dejado meses esperando en el hospital”.
Del mismo modo, su mamá, Connie Yates, sostuvo que "los últimos once meses fueron los mejores y los peores" de sus vidas y que querían "solamente darle una oportunidad de vivir”. Además, aclararon que tomaron la decisión tras haber visto los últimos escáneres cerebrales del niño.
Los padres del niño confirmaron que le hicieron estudios y que ahora ya es demasiado tarde.
Charlie sufre del síndrome de agotamiento de ADN mitocondrial, una enfermedad que provoca la degeneración de sus músculos, e impide así que pueda respirar sin ayuda artificial. Los médicos le aconsejaron a sus padres que lo dejen morir, y la justicia les dio la razón, lo que los llevó a presentar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El niño sufre del síndrome de agotamiento de ADN mitocondrial, lo que no le permite que se desarrollen sus músculos.
A raíz de eso, la batalla judicial comenzó en abril pasado, cuando el hospital londinense de Great Ormond Street decidió cortar la respiración artificial al bebé. La Alta Corte de Londres le dio la razón a los médicos, una decisión que luego fue confirmada por la Corte de apelación, la Corte Suprema y la Corte Europea de Derechos Humanos (CEDH), el 27 de junio.
Sin embargo, ante el pedido de sus padres, la iglesia Católica con la ayuda del Papa Francisco y del presidente estadounidense Donald Trump, el hospital solicitó una nueva audiencia ante la Alta Corte para rever la situación.
A pesar de la constante lucha, hoy los padres del bebé aseguraron que ya no hay nada para hacer. “Lamentablemente, es demasiado tarde. Continuar con este tratamiento ya no beneficia a la salud de Charlie. Ha sufrido atrofia muscular severa y el daño que han sufrido sus músculos es irreversible”, declaró el abogado de los padres, Grant Armstrong.
Charlie Gard nació sano, aunque a los dos meses se le manifestó la enfermedad.
La palabra del Papa
A través de Greg Burke, el portavoz del Papa Francisco, hoy se dio a conocer que el sumo pontífice "está rezando" por Charlie Gard y por sus padres.
"Papa Francisco está rezando por Charlie y por sus padres, y se siente particularmente cercano a ellos en este momento de inmenso sufrimiento"; aseguró Greg horas después de que se diera a conocer la noticia de darle fin a la batalla legal.
El Papa Francisco pidió que recen por el bebé y por sus padres.
"El Santo Padre pide que nos unamos en oración para que encuentren el consuelo y el amor de Dios", agregó Burke en una declaración oficial.
Lo cierto es que a principios de este mes,el Papa había solicitado a la justicia que se le permitiera a los padres del bebé "tratarlo hasta el final", al mismo tiempo que el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, había dicho a medios locales que la Santa Sede haría lo que estuviera en sus manos para superar los obstáculos legales que impedían el traslado.