A pesa de que el 9 de septiembre en Colombia se conmemora el Día Nacional de los Derechos Humanos, este miércoles terminó de la peor de la manera, después de que se iniciara una violenta protesta en Bogotá por la muerte de un hombre que falleció luego de ser detenido por dos policías.
El enojo de los ciudadanos fue tan grande, que decidieron salir a la calle en varios puntos del país, lo que dejó un terrible saldo de siete muertos y más de 150 heridos.
La muerte de Javier Ordóñez, un abogado de 46 años y padre de dos hijos, ocurrió después de haber sido detenido el martes a la noche por dos policías que lo redujeron en plena calle en un hecho que todavía no está del todo claro.
Las imágenes de la aprehensión permiten observa que mientras un oficial agarra a Ordóñez del cuello, otro le apunta con una arma eléctrica para poder inmovilizarlo.
Por lo que se puede ver en la filmación, el detenido llegó a recibir varias descargas, mientras además le pedía a los policías que lo soltaran. "Ya, por favor, no más", se escucha que el hombre decía.
Aunque fue detenido y luego llevado hacia otra parte, trascendió a las pocas horas que el hombre debió ser trasladado de urgencia a un hospital, donde finalmente falleció, por lo que ahora lo que se investiga es qué circunstancias ocurrieron los hechos.
Según dijo el coronel Necton Borja, comandante operativo de la policía de Bogotá, el episodio se produjo cuando uniformados acudieron a atender un supuesto desorden provocado por "personas en estado de alicoramiento (ebriedad)".
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Además, aclaró a medios locales que Ordóñez intentó "golpear a los policiales", tras lo cual fue sometido con "un arma no letal".Ante esta situación, en la tarde de este miércoles cientos de personas se agruparon en el puesto policial donde la víctima fue llevada antes de morir, y al grito de "resistencia", los manifestantes arrojaron pintura roja y piedras contra el Centro de Atención Inmediata (CAI).
En medio del revuelo, los medios empezaron a comparar la muerte de Ordóñez con el crimen de George Floyd en Estados Unidos, quien murió mientras era reducido por policías en la calle.
Aunque la policía trató de dispersar la multitud con granadas de estruendo y gases lacrimógenos, la protesta fue creciendo y ampliándose a otros barrios, y de hecho, la gente salió en la calle para provocar incendios y ataques a más de 40 puestos de la policía en el norte y el occidente de la capital, como en Medellín, Cali y Neiva.
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Con una jornada sumamente violenta, en Bogotá se registró un saldo de siete fallecidos, todos manifestantes que salieron a la calle para quejarse del abuso policial. Además, más de 175 personas resultaron heridas.Entre los lastimados, 93 son miembros de las fuerzas de seguridad, y se produjeron 70 detenciones por "daño a bien público y violencia a servidor público", según el parte divulgado por la Policía.
Por su parte, la alcaldesa de la capital colombiana, Claudia López, denunció la muerte de Ordóñez como un "abuso policial" y anticipó que buscará "una reestructuración profunda y seria al interior de la policía", al mismo tiempo que exigió "una condena ejemplar" contra los uniformados involucrados.
Según López, en lo que va del año se ha presentado 137 denuncias por uso excesivo de la fuerza de la policía en Bogotá. "Hay un problema estructural de casos de abuso policial y, además, impunidad", se quejó López tras una reunión con organismos oficiales y de derechos humanos.