El subdirector de la Aeronáutica Civil, Luis Córdoba, relató que el piloto de la aeronave que se estrelló en Colombia había solicitado una “prioridad para aterrizar”. Según detalló, en las comunicaciones reportó una falla eléctrica total. Segundos después, el avión se precipitó en Cerro Gordo y dejó un saldo de al menos 76 víctimas fatales.
“El piloto reportó en algún momento una prioridad para aterrizar, y esto hace parte de la evaluación de qué era lo que tenía la máquina en su momento”, señaló Córdoba. La aeronave con matrícula CP2933 provenía de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y pertenecía a la empresa Lamia Corporation SRL. En total, viajaban 81 personas, entre quienes se encontraba el plantel de Chapecoense y el cuerpo técnico del club.
Los restos del avión fueron hallados en una zona compleja para acceder.
El funcionario de Aeronáutica Civil señaló además que por el momento no descartaban hallar con vida a más sobrevivientes de la tragedia. Tras el reporte del piloto, Gustavo Encina, pasaron unos pocos segundos hasta que la aeronave se estrelló, en las cercanías con el municipio de La Ceja.
El piloto se comunicó con el aeropuerto y reportó fallas técnicas graves.
“Tuvimos contacto de la aeronave hasta las 9:54 de la noche, posteriormente se perdió la información en la pantalla del radar, así como el contacto vía frecuencia aeronáutica, por lo cual se activó el protocolo de búsqueda y rescate para ubicarlo y determinar la situación de los ocupantes”, sostuvo Córdoba, en diálogo con RCN Noticias. Además, señaló que durante todo el día continuarán las tareas de rescate, al tiempo que ya trabajan para definir cuáles fueron los motivos que produjeron el accidente.
El avión se estrelló en la noche del lunes, en Cerro Gordo, Colombia.
“La búsqueda continúa hasta que sepamos la condición final de cada uno de los 81 ocupantes. Hay un parte de seis sobrevivientes, que fueron desplazados hacia los centros médicos más cercanos”, remarcó Córdoba. En este sentido, indicó que las condiciones de vuelo eran normales. “El aeropuerto operaba en óptimas condiciones, había nubosidad que no afectaba la operación aérea, así como una lluvia ligera”, señaló.
La falta de combustible en el interior del avión aún es materia de investigación, aunque se estima que el piloto podría haber arrojado las reservas para evitar una explosión al estrellar. “Antes del llamado del piloto el vuelo era normal, luego se reportaron las fallas eléctricas”, dijo Córdoba.
Las tareas de rescate resultaron difíciles por las condiciones climáticas adversas.
Por último, remarcó que por ahora las tareas consisten en “definir la condición de los ocupantes”. Por otro lado, un equipo de investigación ya trabaja en la recopilación de “muestras y partes fundamentales” de la aeronave. “Es importante hallar la caja de los datos de vuelo, así se adelanta la información y se compara con los datos aeronáuticos”, concluyó el funcionario de Aeronáutica Civil.