20 Enero de 2019 10:26
La semana pasada, Máxima y su marido Catharina-Amalia, reyes de Holanda, abandonaron Villa Eikenhorst, la casa en la que vivieron durante los últimos 15 años para mudarse junto a sus tres hijas Catharina-Amalia, Alexia y Ariane, al palacio de Huis ten Bosch, en La Haya.
El palacio Huis ten Bosch, la nueva casa de Máxima.
La mudanza estaba pendiente desde el 2013, cuando el rey fue coronado, pero se retrasó porque el lugar fue sometido a una serie de reformas que causaron polémica, ya que su precio de 65 millones de euros fue costeado con fondos públicos.
El palacio Huis ten Bosch -cuyo nombre significa "la casa del bosque"- comenzó su construcción en 1645 y fue nombrado como una de las residencias oficiales del rey de Holanda en 1803 por Willem I.
Máxima y su familia ya están instalados en su nuevo hogar.
Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió grandes daños, por lo cual tuvo que ser ampliamente restaurado entre 1950 y 1956. Desde 1981 es la residencia real principal.
El hall principal del palacio.
Naturaleza y arte
Tal como su nombre lo indica, el palacio está rodeado de un frondoso bosque con un lago, y la amplia propiedad incluye piscina y cancha de tenis.
Uno de sus espacios más impresionantes es el Oranjezaal, sala donde se realizan esporádicamente reuniones oficiales con mandatarios extranjeros. Construida por el arquitecto y pintor holandés Peter Post, está decorada con obras de prestigiosos artistas como Jacob Jordaens -discípulo de Peter Paul Rubens-, Gerard van Honthorst y Salomon de Bray.
El impresionante Oranjezaal, decorado con obras de grandes artistas holandeses.
La sala no tuvo decoración hasta 1647 cuando, luego del fallecimiento del príncipe Frederik Hendrik de Orange-Nassau, su esposa Amalia decidió convocar a artistas para que realizaran obras como homenaje a su marido y a su papel en la Guerra de los Ochenta Años, contra España.