“Él era un pervertido y más que capaz de arrebatar un niño para forzarlo sexualmente o por dinero”, sentenció Michael Tatschl, quien fue amigo y vivió con Christian Brueckner, el sospechoso del secuestro y eventual asesinato de Madeline MacCann.
En una entrevista con el diario británico The Mirror, el hombre de 46 años y origen austríaco, afirmó haber vivido con Brueckner en Praia da Luz, el mismo lugar donde desapareció misteriosamente la pequeña de 3 años de edad en 2007.
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Hace un año fue interrogado por las policías austriaca y alemana, respecto de este mediático caso, que despertó muchas interrogantes e hipótesis respecto del destino de la entonces pequeña de 3 años de edad.
“Sé que lo hizo”, reafirmó Tatschl al medio inglés, al recordar los alcances del testimonio que dio a la Policía. Además, remarcó la habilidad del sospechoso para ingresar a departamentos y habitaciones de hoteles de los turistas con fines de robo.
“Christian siempre estaba en la web oscura. No sé exactamente lo que hacía, pero sospecho que se involucraba en drogas y pornografía. Robaba dinero, objetos de valor y pasaportes. Tenía un escondite en su casa, en el techo. Tenía el dinero y los pasaportes escondidos allí”, relató.
Tatschl además contó como Brueckner hacía alarde del dinero que generaba e incluso recordó la vez en la que le planteó vender niños en Marruecos. “Creo que probablemente le vendió a Maddie a alguien. Tal vez a un círculo sexual. Estaba viviendo con él en ese momento. Él era mi mejor amigo. Sé que lo hizo”, afirmó.
Una duda recurrente de quienes frecuentaban a Brueckner era cómo había hecho para comprar su motorhome. “Todos nos preguntamos de dónde sacó el dinero. Era una cosa cara. Asumimos que era de un gran negocio de drogas o algo así. Ahora sospecho que fue Maddie. Estuvo allí sólo por un par de días y regresó a Alemania”, dijo.