Luego de que ayer la Corte Suprema de Venezuela disolviera el Parlamento y tomara sus funciones, el presidente Nicolás Maduro salió hoy a defender la medida asegurando que se trata de un "impasse".
Desafiante en su primera aparición pública luego de lo que se considera un "golpe de Estado", Maduro manifestó que "en Venezuela hay plena vigencia de la Constitución, de los derechos sociales, civiles, políticos y de los derechos humanos".
"La única ruptura del orden constitucional la encabezó la derecha fascista", aludiendo al intento de golpe de Estado en contra de Hugo Chávez en 2002.
Constitución en mano, Maduro aseguró que no hay violaciones a los derechos.
En este escenario convocó, para esta misma noche, a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Nación para resolver el impasse generado entre el Ministerio Público y el Tribunal Supremo de Justicia.
"La Asamblea Nacional está minimizada por sus propios errores. Es una situación atípica, pero producto de actos ilegales. Hay una controversia, pero toda controversia debe resolverse por la vía del diálogo", dijo sobre la sentencia del Tribunal.
Mientras tanto, Maduro no sólo recibe el repudio de sus pares de otros países. Por estas horas, Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) pidió formalmente una reunión para analizar la situación en Venezuela.