Apenas dos semanas después de que el gobierno chileno comenzara a planear el regreso al trabajo presencial de funcionarios públicos, la reapertura de centros comerciales y el regreso a clases, se decretó la cuarentena obligatoria para toda la provincia de Santiago.
"La batalla de Santiago es la batalla crucial en la guerra contra el coronavirus", señaló el ministro de Salud chileno Jaime Mañalich, al anunciar la medida, que representa el mayor confinamiento establecido en el país vecino desde el comienzo de la pandemia.
Cifras que alarman
La decisión se tomó luego de que se confirmara un aumento del 60% de los contagios en un solo día, en el cual se sumaron 2.660 nuevos casos y 12 fallecidos, lo cual elevó el número total de víctimas fatales a 346.Además, se bajó de 80 a 75 años la edad de los adultos mayores que deberán aislarse obligatoriamente en sus domicilios en todo el país.
La cuarentena para la provincia de Santiago será cumplida por ocho millones de personas, alrededor del 42% de la población total de Chile.
Para Mañalich, si bien las medidas "significan un sacrificio" y "tienen efectos adversos muy importantes" lo importante es que "sean respetadas al máximo de lo posible para que produzcan su impacto en el más breve plazo".
Días atrás, el ministro ya había admitido que "no hay sistema de salud que pueda tolerar una demanda extrema", y este miércoles subrayó que las nuevas medidas buscan "evitar el riesgo de que más personas sean hospitalizadas".
Paralelamente, el presidente chileno Sebastián Piñera adelantó que el país enfrentará en las próximas semanas "el mayor desafío sanitario en muchas décadas".