Por estas horas se viven momentos de máxima tensión en Cataluña con la realización de una huelga general en repudio a la represión policial durante el referéndum celebrado el domingo. La medida es acompañada por un seguimiento constante a las fuerzas de seguridad nacionales de España que, pese al pedido de las autoridades catalanas, siguen en la ciudad.
Cataluña exige su independencia.
Una enorme movilización arribó al Parlamento catalán para pedir que se avance con la declaración de la independencia que había prometido el Gobierno de Carles Puigdemont y que debía realizarse 48 horas después del triunfo del "sí". En rigor, se debería sancionar hoy.
Por estas horas, en Cataluña se realizan piquetes en 47 rutas y se registran avenidas cortadas, comercios con persianas bajas, bancos cerrados y protestas de extrema tensión en los cuarteles de las fuerzas de seguridad estatales. Todo en rechazo a la decisión de Mariano Rajoy de no reconocer el referéndum de independencia votado el domingo.
El domingo se produjeron graves hechos de violencia.
A su vez, miles de ciudadanos se agrupan en la sede de Barcelona de PP, el partido de Rajoy. Unas 2000 personas, en su mayoría estudiantes, se congregaron antes del mediodía en la esquina de Comte de Urgell y Buenos Aires, allí rodearon el edificio y empezaron a cantar por la independencia.
Miles de personas toman las calles en medio de una fuerte tensión.
En las calles, los carteles y los gritos son unánimes: "Disculpe las molestias, estamos en revolución"; "Franco no estaba muerto, estaba de parranda"; "la Constitución es mi prisión".
El gobierno de Puigdemont debe decidir si da el paso hacia la independencia de Cataluña y se espera que mañana se anuncie la fecha de la sesión donde se debatirá el tema.