Venezuela se prepara para la que podría ser otra violenta jornada de movilizaciones en las calles de Caracas. Mañana la oposición al gobierno de Nicolás Maduro convocó a una marcha en rechazo a la puesta en marcha de la Asamblea Constituyente, en medio de un fuerte rechazo internacional que se agudizó tras la detención de los dirigentes antichavistas Leopoldo López y Antonio Ledezma.
El jueves se registrarán nuevas movilizaciones en contra de Maduro.
Lo cierto es que la marcha tendrá lugar el mismo día en que se instalará la Constituyente, un suprapoder que regirá en Venezuela por tiempo indefinido y que podría blindar a Maduro en el poder. Su aplicación debía tener un máximo de 72 horas después de su elección el domingo, según declaró el dirigente Diosdado Cabello, quien podría comandar la Constituyente.
En la movilización se podrían registrar nuevos hechos de violencia.
"Atención: marcha contra el fraude constituyente será este jueves, día que dictadura pretende 'instalar' el fraude", publicó en Twitter el diputado Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento.
Ante este escenario de protestas, crece el temor por un nuevo y violento choque entre la Guardia Nacional y los manifestantes, que en la última marcha dejo un saldo de 14 fallecidos.
La Guardia Nacional, en acción contra los manifestantes.
La movilización expondrá todo su rechazo hacia la Constituyente y denunciará la "ilegitimidad" de la asamblea, desconocida por una decena de países, entre ellos Estados Unidos. Además se condenará el encarcelamiento de los más emblemáticos presos de la oposición: Leopoldo López y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, acusados de planear fugarse y hacer llamamientos contra las elecciones impulsadas del presidente. Ambos fueron recluidos en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de la capital.
El video de López previa a su detención
El objetivo de la marcha será llegar hasta el Palacio Legislativo, donde sesiona el Parlamento de mayoría opositora y que será próximamente también la sede de la Asamblea Constituyente. Sin embargo, en meses de protestas, la Guardia Nacional siempre impidió el paso hasta el centro de la ciudad, donde funcionan los poderes públicos.