En el mayor de los secretos y sin la presencia de los medios de comunicación, como es habitual en la pareja, Meghan Markle y el príncipe Harry bautizaron a Archie en una ceremonia privada en el Castillo de Windsor.
Tan poca información han aportado Harry y Meghan, en línea con su habitual secretismo, que ni siquiera se conoce el nombre de los padrinos del primogénito de la pareja, el séptimo en la línea de sucesión a la corona británica.
Los padres han diseñado una ceremonia sin la presencia de los medios de comunicación, al contrario de lo que hicieron los duques de Cambridge con sus tres hijos, porque están decididos a mantener a su hijo como un "ciudadano privado", según han explicado los medios de este país.
Y, a pesar de que la ceremonia religiosa se realizará de manera privada y con la presencia de alrededor de 25 personas, decenas de fanáticos se plantaron en las calles para celebrar el bautizo de baby Archie.
Los seguidores de la familia real, y en particular de los Sussex, llevaban pancartas y mantas con fotografías de Archie Harrison, donde lo felicitaban por su bautizo. Asimismo, se mostraron vestidos con la imagen de la bandera de Inglaterra, y llevaban en las manos la de Estados Unidos, por las nacionalidades del príncipe Harry, y de Meghan Markle, respectivamente.
A dos meses de su nacimiento, Archie Mountbatter Windsor recibió las aguas del Río Jordan en una pequeña ceremonia en una capilla privada del castillo de Windsor, por el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Además, se sabe que la Reina Isabel no pudo asistir al bautizo de su bisniento, ya que antes de que se eligiera la fecha del acontecimiento religioso, ella ya se había comprometido en otro evento.
Por otro lado, a pesar de que Meghan Markle y el príncipe Harry tenían la intención de mantener en secreto la identidad de los padrinos de Archie, no será posible, pues las reglas parroquiales no lo permiten, por lo que serán anunciados.
Esto, debido a que la ley parroquial inglesa establece que los detalles del bautismo de cualquier persona pueden verse al pagar una tarifa y no hay ningún término que excluya de esto a un bebé real, como el caso del bebé de Meghan Markle.