20 Enero de 2016 18:23
Se los puede ver en techos y terrazas, camuflados de blanco para confundirse con el nevado paisaje de Davos, que se convirtió en la ciudad más custodiada del mundo, al menos por los tres días en los que se desarrollará el Foro Económico Mundial.
Tropas especiales de la policía suiza, soldados y grupos de elite (AAD 10) inspeccionan cada rincón de la ciudad suiza, en cuya geografía bucólica irrumpieron carros blindados con armas de grueso calibre y agentes encubiertos de civil.
Las fuerzas de elite AAD 10 vigilan.
El motivo es el terror que provoca la posibilidad de un ataque de ISIS. Hasta se contrataron agencias de seguridad privadas. Las autoridades sospechan que entre los miles de refugiados llegados recientemente a Europa en general y Alemania en particular, puede haber infiltrados yihadistas.
La peor pesadilla es que irrumpa un “lobo solitario” como se denominan a los atacantes suicidas “independientes”. Pero aún más estremecedor es que el legendario y endiosado francotirador Juba pueda vulnerar la seguridad.
Como opera el francotirador estrella de ISIS
Si bien no hubo, o no se difundieron, mensajes de amenaza, los servicios de inteligencia mundiales están en alerta máxima. “El peligro es real”, aseguran.
El control es minucioso y utilizan tecnologías de punta.
Un golpe de ISIS en Davos sería, para el ejército islámico, un triunfo sin precedentes. De allí la gran precaución que llevó a las autoridades a cerrar el espacio aéreo en un radio de 46 kilómetros para proteger a los más 2.500 participantes, dignatarios y empresarios de todo el mundo que se concentran en el pequeño cantón alpino.
El espacio aéreo está cerrado y custodiado por helicópteros.
Las fuerzas aéreas militares suizas dijeron que durante los días de la reunión se realizarán vuelos de vigilancia y controles por radar. Están disponibles aviones F18 y helicópteros PC-7.
Extreman medidas de control con miembros de varias fuerzas.
La cantidad de militares involucrados en el operativo no fue precisada, pero se calcula que hay 3.500 hombres afectados.
“Todo ocurre en una fracción de segundo”
"El tirador no sólo dispara. También hacemos cursos de cartografía, navegación, meteorología, altitud y geografía", dijo un francotirador del Ejército categoría Sniper a BigBang. "Actuamos cuando hay una amenaza. Rara vez se tira en el casco urbano ante una toma de rehén a una distancia superior 150 metros. Usamos armas de empleo militar .308 o de 7,62 mm. y podemos disparar desde 800 metros”, explicó.
Aprenden a poner la mente en blanco antes de apuntar.
"Todo ocurre en una fracción de segundo. No bien detectamos una amenaza. En los cursos aprendemos a poner la mente en blanco y abstraernos. No podemos pensar que le disparamos a una persona que tiene familia o hijos. En ese momento es una amenaza, una cosa".