15 Octubre de 2018 13:07
"Nunca vi nada parecido, es extraño y siniestro". Con esas palabras, el antropólogo David Soren describió el más reciente descubrimiento de su equipo.
El niño de 10 años había sido enterrado con una piedra dentro de su boca.
En excavaciones en un cementerio ancestral en la ciudad italiana de Lugnano, el grupo de profesionales descubrió el esqueleto, de 1.550 años de antigüedad, de un niño con una roca dentro de su boca.
Los lugareños ya bautizaron al cadáver como "el vampiro de Lugnano", ya que la práctica de colocar piedras en la boca de los muertos estaba diseñada para evitar que revivieran y contagiaran la enfermedad que los mató.
Epidemia fatal
Su esqueleto no es el único hallazgo espeluznante en el mismo sitio arqueológico. El lugar, al parecer, era un cementerio dedicado exclusivamente al enterramiento de infantes: hay cuerpos de bebés y niños pequeños, incluido el de una niña de 3 años con rocas apuntalando sus pies y manos contra el suelo.
Además, los arqueólogos también hallaron garras de cuervo, huesos de rana y calderos de bronce que contenían huesos de cachorros de perro sacrificados.
El cementerio fue construido durante el siglo V dentro de una villa romana. En esa época, un brote mortal de malaria asoló el área por lo cual se cree que esa enfermedad fue la que mató al "niño vampiro" a la edad de 10 años.
El niño estaba enterrado en un cementerio infantil.
"Sabemos que los antiguos romanos se preocupaban mucho por el contagio de enfermedades y conducían rituales de brujería para evitar que el mal que había contaminado al cuerpo saliera al exterior", explicó Soren.