Una auténtica psicosis colectiva se desató en Australia luego de que varias personas hallaran agujas de coser escondidas dentro de frutillas, en un acto que el primer ministro Scott Morrison calificó como "terrorismo".
Dos personas tuvieron que ser hospitalizadas.
El primero de los casos se remonta a la semana pasada y luego se reportaron casos en todo el país. Hasta 100 casos han sido reportados a las autoridades y dos personas tuvieron que ser hospitalizadas luego de comer frutillas contaminadas con agujas.
Si bien se teorizaba que el atentado podría haber sido responsabilidad de algún empleado descontento de una granja, también se piensa que otros ataques serían responsabilidad de personas que copiaron los hechos iniciales.
Medidas extremas
Paralelamente, también se sumaron casos recientes de agujas halladas en una manzana y una banana, mientras que el gobierno del estado de Queensland ya ofreció 100 mil dólares australianos (unos 72.000 dólares americanos) como recompensa a quien pueda acercar información para resolver el caso.
Al mismo tiempo, varios supermercados australianos retiraron las frutillas de sus góndolas, mientras que en Nueva Zelanda también se retiraron de la comercialización algunas de las frutillas importadas desde Australia. Otros distribuidores en Rusia e Inglaterra se sumaron el bloqueo.