La pandemia de coronavirus dejó ya 16.267 muertos en Estados Unidos, siendo la Ciudad de Nueva York el estado más afectado: registró 799 fallecidos en las últimas 24 horas, un nuevo máximo que suma un total de 7.067 decesos y 159.937 contagiado.
Esta situación de alarma total envía una nueva señal al resto del país, mientras los hospitales de La Gran Manzana se apresuran a buscar camas y respiradores para sus unidades de cuidados intensivos. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, reveló que los fallecidos ya son 7.067 en todo el estado, y anunció que se contratará a empleados de otras funerarias para poder lidiar con el volumen de cuerpos debido a que, lógicamente, las morgues colapsaron.
Y es que la cifra en Nueva York, de más de 150 mil afectados y 7 mil muertos, supera al número de contagios total en, por ejemplo, toda España (157.000) o Italia (143.000), los dos países que hasta hace poco eran los más afectados del mundo. Estados Unidos es el país más golpeado, teniendo casi un tercio (462.000 infectados) del total mundial (1,6 millones).
En ese sentido, comenzaron a reproducirse con gran velocidad las imágenes de la fosa común que fueron tomadas por un dron en Hart Island, un lugar que fue utilizado durante 150 años como un cementerio masivo para muertos sin familiares o miembros de una familia que no puede permitirse pagar un funeral. Los entierros en esta zona se dispararon a causa de la pandemia.
Según medios locales, antes de la llegada de la enfermedad organizaban un entierro al día: ahora son cinco, según datos de las instituciones penitenciarias de Nueva York. Cuomo indicó que de los más de 450.000 casos confirmados de Covid-19 del país, 159.937 personas dieron positivo en Nueva York, 10.621 más que el día anterior, lo que supone un aumento del 7%.
Así, la ciudad homónima, principal foco de infección, presenta 87.028 casos frente a los 81.803 confirmados el miércoles y 5.150 fallecidos, según informaciones del diario local The New York Times. Por segundo día consecutivo, Cuomo aludió a los ataques del 11 de septiembre de 2001 para explicar a los ciudadanos que el virus es, de la misma forma, "una explosión silenciosa”.
Según el gobernador, la misma “se extiende por la sociedad de la misma manera aleatoria y con la misma maldad" que los atentados. Sin embargo, a pesar del crecimiento del número de fallecidos, el gobernador destacó que la cifra de hospitalizados se estabilizó a un 2%, aunque 18.279 personas siguen ingresadas, 200 más que el día anterior.
Lo cierto es que, en las últimas dos semanas, el número de pacientes hospitalizados creció de forma más despaciosa al pasar de un 20% cada día a un incremento de un punto porcentual diario esta semana, y así, en las últimas 24 horas el número de nuevas internaciones cayó a 200, frente a las más de 1.400 que llegaron a registrarse en algunos días de la semana pasada.
De modo tal que hoy el estado dispone de suficientes camas y equipos vitales, como respiradores, y se aleja de las peores proyecciones para las que se estaba preparando. Según Cuomo, si la tendencia continúa, la cifra de internados comenzará dentro de poco a descender, lo que constituye una señal de que el virus sobrepasó su pico de contagio.
No obstante, no dejó de alertar a la población: "Todo el mundo cree que una vez que pasemos esto (el pico) ya habremos acabado. Yo no cantaría victoria tan rápido. Este virus nos ha llevado ventaja desde el primer día". Cuomo ya había asumido la semana pasada: “Hemos subestimado esta enfermedad desde el primer momento”, sin especificar si estaba haciendo una autocrítica o si sus dichos también apuntaban al presidente Donald Trump, quien se mostró reticente a cerrar el país.
De hecho, el presidente estadounidense aún no prohibió el movimiento y los vuelos entre estados, lo que propició que grandes cantidades poblacionales migren dentro del país huyendo de los centros de contagio y muevan el coronavirus de un estado a otro. Tal es el caso de Florida, donde -desde que llegó la pandemia en marzo- los casos aumentaron a 16.364, las muertes a 354 y las hospitalizaciones a 2.149, según un informe divulgado este jueves por las autoridades de salud.
El alivio hospitalario que vislumbra Nueva York no es el mismo que el de otras zonas del país. En EEUU viven 330 millones de personas y solo hay 19.400 camas disponibles en las unidades de cuidados intensivos y al menos 20 de los 50 estados estadounidenses no tienen los recursos para atender a los pacientes más graves, según datos de la Universidad del estado Washington.
Por lo que, luego de la experiencia de Nueva York, muchos estados empezaron a acelerar sus preparativos para conseguir más camas y respiradores. Ante este panorama, los demócratas buscaron presionar en los últimos días en el Congreso para incluir 250.000 millones de dólares para hospitales en un nuevo paquete de estímulo de 2,5 billones de dólares para suavizar el parate económico, que dejó a 17 millones de personas sin empleo. Pero, frente a los intentos de los demócratas, los republicanos contraatacaron con otra propuesta de 250.000 millones de ayuda para pequeños negocios.