Tal como es tradición, la familia real inglesa se reunió en la mañana de Navidad para una misa en la iglesia de Santa María Magdalena, cerca de Sandringham House, la casa de campo de la reina Elizabeth II.
La reina llegó en automóvil y sin su marido, el príncipe Philip.
La monarca, de 92 años, llegó al templo en automóvil, mientras que el resto de los miembros de la familia se desplazaron a pie desde la mansión.
En la misa no estuvieron presentes el príncipe Philip, marido de la reina, quien a los 97 años está oficialmente retirado de la vida pública -aunque aseguran que se mantiene en buena salud- y Camilla, esposa del príncipe Charles, afectada por una gripe.
El príncipe Charles llegó primero, acompañado por sus hijos y nueras.
En las puertas de la iglesia cientos de personas aguardaron la llegada de la familia real encabezada por Charles seguido por sus dos hijos, William y Harry, y sus respectivas esposas. También estuvieron presentes los príncipes Edward y Andrew -los otros dos hijos varones de la reina Elizabeth- con sus familias.
Kate y Meghan sorprendieron al público encarando una distendida charla.
En este punto sorprendió a varios la amistosa charla que mantuvieron Kate Middleton y Meghan Markle -embarazada de su primer hijo-, ya que se rumorea que tienen una relación tensa. La ex actriz incluso se animó a darle un corto abrazo a su cuñada.
Luego de la misa, que duró unos 45 minutos, los miembros de la familia real saludaron y dialogaron con la multitud que los aguardaba afuera y recibieron varios regalos florales antes de dirigirse a compartir un tradicional almuerzo navideño.
Tal como es usual entre ellos, en la Nochebuena intercambiaron pequeños regalos aunque, siguiendo directivas de la reina, no compraron nada demasiado costoso o extravagante.